Las elecciones de Indonesia ponen a prueba el auge del islamismo

Indonesia celebró ayer elecciones generales en medio de extraordinarias medidas de seguridad que lograron que la jornada transcurriera sin incidentes violentos. Unos 147 millones de indonesios estaban convocados a las urnas en los segundos comicios democráticos desde la caída de Suharto, en 1998, para elegir a los 550 diputados del Parlamento. Hoy comenzarán a conocerse los primeros resultados oficiales y, tal vez mañana, finalice el complicado recuento de votos, que permitirá evaluar si ha habido un auge del integrismo islámico en este país de 220 millones de habitantes, de los que casi el 90% son musulmanes.

Según los expertos, hasta el momento no hay signos de que el descontento con la situación económica y política del país haya incrementado el apoyo a los partidos islamistas.

Los sondeos revelan una fuerte subida del partido Golkar -la formación política establecida por Suharto-, que ha tratado de distanciarse de la autocracia de su fundador, que gobernó Indonesia durante tres décadas, para hacer hincapié en el éxito de su política económica. "La economía ha sufrido, sigue sin superarse la crisis económica y nos encontramos ante un aumento del desempleo y de la pobreza", declaró ayer Akbar Tandjung, el líder de Golkar, al depositar su voto en un colegio electoral de Yakarta.

El triunfo de Golkar mermaría las posibilidades de que la presidenta y líder del Partido Democrático de Indonesia-Lucha (PDI-P), Megawati Sukarnoputri, logre la reelección en las elecciones presidenciales de julio próximo.

A las elecciones se han presentado un total de 7.800 candidatos de 24 partidos diferentes. Además de las dos grandes formaciones políticas -Golkar y PDI-P-, destaca el conservador Partido islamista de la Prosperidad y la Justicia (PKS).