El fiscal pide 23 años para un acusado de violar a su anciano padre

La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo de los acusados a un hombre procesado por violar analmente a su padre que, en el momento de la comisión del delito, contaba con 81 años. El fiscal reclama para el enjuiciado A. J. C., de 51 años, 23 años de prisión por los delitos de agresión sexual y agresión sexual continuada.

El incriminado reconoció durante la vista oral que, cumpliendo las recomendaciones de una enfermera, introdujo los dedos en el ano de su padre porque, apuntó, tenía problemas para defecar. Sin embargo, el imputado negó que violara a su padre.

Su testimonio en la vista oral contrastó con el que ofreció durante la instrucción del caso, cuando el encausado sí reconoció que practicó sexo anal con su padre porque, según declaró entonces, se lo pidió con el fin de poder defecar.

Los forenses que examinaron a la víctima manifestaron que el anciano sólo repetía nervioso que había sido violado por su hijo. "Heridas físicas no apreciamos porque a esa edad es prácticamente imposible que se provoquen lesiones", manifestaron. Preguntados por el juez si estos pacientes [los ancianos] tienen problemas para ir al baño, éstos señalaron negativamente.

Las presuntas agresiones comenzaron el 9 de abril de 2002, cuando su padre salió del hospital tras una intervención de cadera. 17 días después, el acusado le sujetó y tras golpearle lo violó.