El temporal deja amarrada la flota pesquera de Tarragona y se lleva la arena del delta

Los 300 barcos que forman la flota pesquera de arrastre de Tarragona tuvieron que permanecer ayer en puerto, como consecuencia de las olas de grandes dimensiones que levantaba el temporal de Levante. En las playas del delta del Ebro, estas olas alcanzaron hasta seis metros de altura, lo que provocó que la barra del Trabucador, un istmo de arena que une el delta con la Punta de la Banya, quedara bajo el mar. Esta circunstancia es habitual en el delta cuando hay temporal, del mismo modo que también lo es que determinados campos de cultivo de arroz queden inundados de agua salada marina. Esto ocurrió ayer en la población de Deltebre, donde las olas superaron la protección de arena de la playa de la Marquesa.

Con rachas de viento de hasta 91 kilómetros por hora en la localidad de Sant Jaume d'Enveja, según informó el Servicio Meteorológico de Cataluña, el sur de la provincia de Tarragona resultó la zona catalana más afectada por el viento, aunque hubo rachas superiores en Vila-rodona, donde alcanzaron los 105 kilómetros por hora.

El temporal erosionó también las playas del litoral, en especial las de Torredembarra y Altafulla y Cambrils y Mont-roig del Camp, municipios que sufren endémicamente la erosión de sus costas y tienen que rellenar de arena las playas anualmente debido a los cíclicos temporales de Levante.

En las comarcas de Barcelona, Girona y Lleida, el temporal no fue tan intenso como en Tarragona porque el recorrido y la dirección de la tempestad iba de sur a norte por lo que fueron las comarcas tarraconenses las más afectadas.

Los bomberos de la Generalitat realizaron un centenar de salidas por problemas ocasionados principalmente por el viento. La mayor parte de los servicios consistió en la revisión de fachadas y la retirada de elementos estructurales peligrosos como persianas, cristales, antenas y carteles que amenazaban con caerse.