Los finalistas exigen un control de gastos

Las cuentas de la Copa han hecho saltar la alarma en los dos finalistas. Tanto el Madrid como el Zaragoza han advertido a la Federación Española (FEF), que organiza el partido, de que están dispuestos a pedir una auditoría de gastos si éstos se disparasen. Los dos equipos, junto con la federación, se reparten a partes iguales los beneficios resultantes de restar los gastos de los ingresos. "Es el único contenido que figura en los reglamentos federativos. El resto de detalles no está regulado. Además, no se firma previamente ningún documento", se quejaron en el Madrid.

El Madrid y el Zaragoza tienen motivos para plantear su preocupación. El Mallorca y el Recreativo, los finalistas del año pasado, impugnaron la liquidación que les hizo la federación, devolvieron las facturas y reclamaron una reunión para aclarar las cuentas, que aún no se ha celebrado. La Copa apenas les reportó a cada equipo unos 400.000 euros, cuando los ingresos -venta de localidades, derechos de televisión y publicidad- se aproximaron a los 2.100.000 euros. La final de este año tiene presupuestados, con los mismos conceptos, unos ingresos de 2.500.000 euros.

Entre las partidas de gastos que la federación cargó el año pasado figuran 19.870 euros en concepto de "medallas, reproducciones de la Copa, etc...", y 107.492 por "billetaje del partido, acondicionamiento del estadio, tarjetones, sobres, carteles, ejemplares de periódicos..." Ahora el Madrid y el Zaragoza, en reuniones preparatorias de la final, han enviado a la FEF un claro aviso: "Gastos, los mínimos. Estamos con la escopeta cargada".

Los dos equipos saltarán al terreno de juego sin conocer la cuantía de los gastos, pero Manuel Redondo, jefe del gabinete de la presidencia del Madrid, adelantó que no admitiría, por ejemplo, unos gastos de alquiler del campo de Montjuïc superiores a los que correspondieron a un partido internacional, el España-Perú disputado el pasado mes en el mismo escenario y que también organizó la federación. En 2003, el alquiler del campo del Elche, donde se jugó la final, se elevó a 195.257 euros y, unos meses después, para el España-Ucrania, el coste fue de sólo 104.576 euros.

En esta ocasión Barcelona Promoció, la empresa municipal que explota Montjuïc, según uno de sus dirigentes, ha alquilado el campo por "un precio simbólico": 30.000 euros, al margen de los servicios de organización del partido. Esta cantidad coincide con la del alquiler de estadio para el España-Perú.