Ir al contenido
_
_
_
_
Entrevista:ALEJANDRO VALVERDE | Ciclista del equipo Comunidad Valenciana-Kelme | CICLISMO | La nueva figura española

"No sé lo que puedo dar de sí"

Carlos Arribas

A Alejandro Valverde (Las Lumbreras, Murcia; 25 de abril de 1980) una fuerza interior le obliga a intentar ganar todas las carreras. "Me veo en harina y ya voy como un loco. Y luego lo pienso y me digo 'nos vamos a matar aquí", explica el ciclista español, ahora en el equipo Comunidad Valenciana-Kelme, que más expectación ha despertado en los últimos años.

Pregunta. Sin darse cuenta, ya está otra vez en el candelero.

Respuesta. El invierno se ha pasado rápido, de aquí para allá todo el tiempo, de aquí para allá. Y hasta en las vacaciones me tuve que llevar la bicicleta porque fuimos invitados por la UCI a un critérium en Curaçao, en las Antillas holandesas. Nos pasábamos el día tumbados en la playa, tomando el sol, y luego, al atardecer, a cambiarnos de ropa y correr. Y mi chica, encantada. Le gustó todo aquello. Fenomenal.

"Todavía no me veo bien en las contrarreloj llanas. No sé si me falta sufrir más"
"Pienso en poder ganar un Mundial, unos Juegos Olímpicos o un Tour. Pero, primero, una Vuelta"

P. Y también recibió homenajes, que le sorprenderían...

R. Claro que te sorprenden, sobre todo los del pueblo. Todas las semanas tenía cenas y demás. Y, al final, tenía que decir que no. Era viernes, sábado, domingo, viernes, sábado, domingo. No quería quedar mal con nadie, pero, al final, tienes que decir que no a algunos porque, si no, no puede ser. Todo el mundo quiere que vaya a la gala de no sé qué y a no sé dónde, la peña de no sé qué...

P. Y luego, se supone, aguantar las presiones de las ofertas de otros equipos conforme el futuro del Kelme se hacía más negro...

R. Sí que ha habido un poco de lío, de acá para allá... Mucha gente me decía que en el Kelme iba a estar mucho mejor. Y otros, que no, que mejor me fuera a otro sitio. Y yo me veo aquí muy bien, muy a gusto. Lo peor es que no puedo correr las clásicas, que me hacían mucha ilusión la de Lieja y la Amstel, pero, por lo demás, muy bien. Y si no invitan al equipo al Tour de Francia no pasa nada porque el Tour tampoco lo iba a correr. Tengo curiosidad por conocerlo, pero sin prisas. El año que viene iré a algo más, a estar por delante, no sólo a conocerlo. Si hay fuerzas, hay que intentar estar lo más arriba posible, el 15º o el décimo.

P. ¿Tiene algún consejero especial?

R. No; todo lo decidimos entre mi novia, mi familia, mi representante, Gorka Arrinda, y yo. Y también hago caso a mi director de siempre, Manuel López, que sabe mucho del tema y me ha aconsejado siempre bien. Yo escucho a todos y, al final, cojo lo que me interesa, lo que creo que es mejor para mí, que no es sólo el dinero.

P. A ese invierno llegó después de ser el tercero en la Vuelta a España y el segundo en el Mundial. Y, después de un invierno así, llega la primera carrera del año, la etapa reina de la Vuelta a Mallorca, y la gana, y gana la Vuelta a Valencia y dos etapas al sprint, y empieza la Vuelta a Murcia enfermo y también la gana...

R. Esto me confirma que todo va bien, en progresión, y que no fue todo el año pasado y nada éste. Las sensaciones, buenísimas.

P. ¿Cuándo ha empezado a entrenarse este invierno?

R. Empecé en diciembre. Otros años empezaba antes, con un poco de gimnasio y algo de eso. Éste, casi ni gimnasio ni pretemporada.

P. Eso parece ser un síntoma de gran clase, alcanzar la forma rápido sin apenas entrenamiento. ¿Con cuántos kilómetros de entrenamiento empezó a correr?

R. Aunque el cuerpo me pedía hacer distancias más largas en los entrenamientos que cuando era más joven, he empezado con unos 1.500 kilómetros menos que otros años, unos 4.500 o así. Y, curiosamente, a mí, que me gusta comer, antes cogía peso más fácilmente. Me ha debido de cambiar el metabolismo y apenas engordo. Ahora estoy en medio kilo más que en la Vuelta. Ya afinaré, pero no mucho, porque apenas tengo grasa. Todo en las piernas es masa muscular. Si la pierdo, me quedo sin fuerzas.

P. ¿Le agobia pensar que en España se está rezando para que surja un verdadero heredero de Miguel Indurain, un nuevo supercampeón, y que algunos piensan en usted?

R. Es difícil, pero... no sé. El Tour aún no lo he corrido. Y son palabras mayores...

P. Pero su estilo es diferente. Gana al sprint, en alto; se defiende en las cronoescaladas, en las clásicas, en carreras de tres semanas... Nunca hubo un crack de su estilo. Más parece un Merckx...

R. Es muy difícil, pero... quién sabe. Indurain no esprintaba porque no quería, ya que, de juvenil, era sprinter. Y yo, más o menos, soy un poco completo, aunque todavía no me veo bien en las contrarreloj llanas. No sé si me falta sufrir más.

P. ¿Pero se ve reflejado en el espejo de Indurain o en el de algún otro corredor?

R. Yo qué sé... Es que verte en el espejo de otro corredor... Indurain es muchísimo, demasiado. Ahora mismo soy yo mismo y no sé lo que puedo dar de sí.

P. ¿Tiene sueños de grandeza?

R. Hombre, conforme están las cosas, piensas en un futuro, en poder ganar algunas cosas, un Mundial, unos Juegos Olímpicos o un Tour. Pero, primero, una Vuelta. Pero, trabajando bien y con tranquilidad, la gran ilusión es el Tour.

P. ¿Se siente a gusto con este ambiente de optimismo que le rodea, con que todos a su alrededor le consideren un megacrack?

R. Claro que me gusta, pero algunas veces también te asustas. Me pregunto a veces: '¿Y si luego no...?'. Pero yo voy a seguir trabajando igual y haciendo lo que sé. Intentar ganar y trabajar lo mejor posible sin venirme abajo ni engandularme ni nada. Las palmadas y los elogios me dan más ganas de entrenarme. Otros años me levantaba a las 9 y me iba a entrenarme a las 10, pero éste ha habido días que me he levantado a las 7.30 y normalmente hasta las 10 no he quedado con la gente de Murcia; con Fran Pérez, que, pese a estar sancionado, es un fenómeno, y sé lo que digo, da mucho; con José Luis Martínez... Pero a las 8.15 ya estoy en la bicicleta, hago unos kilómetros antes y luego nos reunimos, salgo con ellos, los dejo y yo todavía sigo.

P. ¿No cree en el peligro de sobreentrenarse?

R. No; eso, a lo peor, los cadetes o los juveniles, pero a nuestra edad ya no. Y, si me paso mucho, pues cojo la forma antes y antes se me pasa, pero nada más. Tengo la preparación enfocada a los Juegos Olímpicos, a la Vuelta y al Mundial, aunque ahora, hasta el País Vasco, a primeros de abril, estoy en un pico de forma buscado; no tanto como el 100%, pero casi. Luego, descansaré dos meses y medio para reponer fuerzas.

P. Y eso significa acostarse a las 10.

R. Más bien a las 11.30 o las 12. Tengo que estar con la chica, con la familia. Y los fines de semana no viene mal salir un poco por Murcia: unas cervezas y eso. De todas maneras, el madrugón no me lo pegaba todos los días, sólo dos o tres a la semana. Pero durante la temporada sólo salgo a cenar. A las 12.40 o la 1, en casa los fines de semana.

P. ¿Sigue su padre con el camión o lo ha retirado ya?

R. Es su empresa. Tiene tres camiones en sociedad con su cuñado. Él está muy a gusto, aunque ya para jubilarse.

Alejandro Valverde, ganando en La Pandera una etapa de la Vuelta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_