Esperanza Aguirre se muestra preocupada por "las familias de las víctimas"

Una hora después de que explotara la primera de las bombas en la estación de Atocha, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre se desplazaba al lugar donde comenzaron los atentados de ayer, para, según fuentes de la Comunidad interesarse por el estado de los heridos. Estas mismas fuentes afirman que Aguirre se enteró de que ETA había cometido un nuevo atentado unos "5 o 7 minutos después del estallido de la primera bomba". Tras su visita a la Estación de Atocha se desplazó a la de El Pozo y más tarde a Santa Eugenia donde también habían sido atacados otros trenes. Tras comprobar la magnitud de la tragedia se desplazó a la sede del Ministerio del Interior donde mantuvo una reunión de una hora y media aproximadamente, con el gabinete de crisis del Gobierno. Más tarde se trasladó a la sede del Gobierno regional en la Real Casa de Correos situada en la Puerta del Sol, donde mantuvo una reunión con todos los miembros de su ejecutivo. El Gobierno de la Comunidad decretó tres días de luto en la región, movilizó a más de 1.100 personas de emergencias incluidos equipos de psicólogos para atender a familiares y heridos. Sobre las tres de la tarde, la presidenta de la Comunidad se trasladó al Hospital Clínico donde visitó a los heridos que habían sido trasladados a este centro sanitario. Después volvió a la sede del Gobierno regional, "bastante afectada por el futuro de las familias que habían sufrido víctimas" según relatan varios de sus colaboradores. Almorzó un sandwich mixto y un refresco para desplazarse, más tarde al Hospital Gregorio Marañón y al 12 de octubre, dos de los centros donde fueron atendidos la mayoría de los más de 1.400 heridos que dejaron los atentados. Aguirre aseguró que "los asesinos y sus cómplices serán perseguidos, serán encarcelados y pagarán por sus crímenes".