Representantes de la política y la cultura valencianas rinden homenaje a Tarancón

El mundo de la política y de la cultura valencianas despidieron ayer al ex consejero de Cultura de la Generalitat y ex presidente de la Diputación de Valencia Manuel Tarancón, fallecido el pasado martes en Valencia tras una larga enfermedad. Cientos de personas acudieron por la mañana a la capilla ardiente instalada en el Palau de la Generalitat y al funeral celebrado por la tarde en la iglesia del Temple. La desaparición de Tarancón, que fue enterrado en Valencia, motivó la suspensión de todos los actos oficiales previstos para ayer.

El pesar por la prematura muerte de Manuel Tarancón, nacido en 1954 en Burriana, fue unánime en la sociedad valenciana. Políticos de la mayoría de partidos y representantes del mundo cultural y de la educación coincidieron a la hora de destacar la personalidad del político y periodista, su dedicación a su trabajo, su talante y su carácter dialogante. El Consell, que ayer suspendió todas sus actividades oficiales, al igual que las demás instituciones políticas valencianas, le concedió la alta distinción de la Generalitat.

La capilla ardiente con los restos mortales de Tarancón fue instalada por la mañana en la Sala Jaume I del Palau de la Generalitat, cuyo patio gótico se fue llenando de coronas de flores conforme avanzaban las horas, enviadas por familiares, amigos, instituciones, partidos políticos y asociaciones. Ante el féretro que contenía los restos mortales del político fallecido, que estaba cubierto por una senyera, desfilaron centenares de personas. La presencia de políticos populares fue mayoritaria, pero también acudieron a despedir a Tarancón representantes de los partidos de la oposición y de los sindicatos, además de personas del ámbito universitario, del mundo de la cultura y del sector empresarial.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que presidió un pleno extraordinario del Consell en el que se acordó conceder a Tarancón la Alta Distinción de la Generalitat a título póstumo en reconocimiento a los méritos contraídos a lo largo de su vida política, definió al que fue su sucesor en la Consejería de Cultura como un "demócrata" y un hombre "comprometido" con su pueblo y con la cultura, que estuvo trabajando "hasta el último minuto" y actuando de observador "de todo aquello que pudiese tener algún tipo de interés para su ciudad, para su comunidad y para su país".

Por la tarde, Camps, junto con todo el Consell y representantes de todas las instituciones públicas, acudieron al funeral celebrado en la iglesia del Temple, al que también asistió el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana. Allí también se reunieron centenares de personas, que a la salida despidieron el féretro con aplausos. Posteriormente, Manuel Tarancón fue enterrado en la intimidad en el cementerio de Valencia.