'Pavones' contra 'pavones'

En el principio fue Pavón. Luego vino el escultural Rubén, a quien Raúl Bravo superó con astucia. Más tarde apareció Núñez como el nuevo campeón de la política madridista, para ser relegado al olvido casi de inmediato en beneficio de Juanfran, un tirillas, driblador y audaz. Por último llegó Mejía, que irrumpió en el primer equipo para dejar al inspirador del eslogan, Pavón, en el banquillo. El domingo en Valladolid Pavón fue suplente mientras Mejía ocupaba su viejo puesto, a la izquierda de Helguera. Hoy en el Bernabéu Pavón y Mejía irán al banco. Y en el equipo titular Bravo destacará como único ejemplar de la semanal lucha por la supervivencia del más apto en el estrecho margen que les concede la política que promueve el presidente, Florentino Pérez, rotulada como de "zidanes y pavones", para ejercer de pavones. Porque ni hay lugar para todos, ni todos son aptos para el lugar que hay.

Se supone que los canteranos deben ocupar los puestos vacantes. Al menos esa es la teoría que se recita desde los despachos a machacamartillo. En el campo, los huecos dejados en la plantilla por Makelele, Hierro, Celades, McManaman y Flavio no se han traducido en un reemplazo equivalente. Sólo en los dos puestos del centro de la defensa han encontrado espacio los chicos de la cantera, y en el resto, salvo accidente, están abocados a la extinción o a la marginación. De modo que la competencia es intensa. Lo suficientemente dura como para que Pavón, jugador importante para conseguir la octava Copa de Europa del club, así como la última Liga, tenga todas las papeletas para ver hoy el partido de Copa bajo el techo de metacrilato del banquillo. Que Raúl Bravo, formado como lateral zurdo, se haya hecho con su puesto, es algo que ni el propio Bravo imaginaba: "¡Cómo me voy a imaginar esto yo! Cuando empezamos la temporada jamás se me ocurrió que terminaría de central titular".

Mejía se muestra animoso: "Bravo se lo ha ganado... tiene unas condiciones físicas impresionantes". El novato se toma con entusiasmo el regreso a la suplencia: "Que juguemos es una decisión del entrenador; así que nosotros nos lo tomamos con buen rollo".

Pavón, como pensando en competir en otras áreas, acudió ayer a un curso de gestión de empresas en la Universidad Alfonso X, aprovechando el auspicio del Madrid.

Peor le trata la competencia a Núñez -muy deprimido por la supremacía de Juanfran-, o a Rubén. Completamente descartado por Queiroz, el antaño prometedor central gallego fue cedido la semana pasada al Borussia Moenchengladbach, histórico rival del Bayern en la Bundesliga. En Alemania Rubén tendrá ocasión de competir con más probabilidades de no salir trasquilado que en el Bernabéu.

Sin Rubén, la competencia por jugar junto a Helguera queda para Pavón, Bravo y Mejía. "La competencia siempre es buena", dice el jugador; "y nosotros, que nos conocemos desde hace años, nos lo tomamos con humor. Yo, por mi parte, sigo siendo jugador del B pero me he adaptado muy bien al primer equipo. Se lo debo a Pavón, que abrió el camino, y a Roberto Carlos, Solari, Helguera y Michel, que me han apoyado muchísimo".

El pasado domingo en Zorrilla, el Madrid acabó el partido con siete canteranos: Casillas, Mejía, Pavón, Guti, Juanfran, Portillo y Raúl.