Sede de intrigas cortesanas

El palacio que Enrique IV dejó en Segovia a su segunda esposa, la reina doña Juana de Portugal, fue dividido en varias zonas, en 1499, casi medio siglo después de su fundación. Además de ser testigo de muchas intrigas cortesanas, alojó a la reina Isabel la Católica. Una de las zonas está dedicada ahora al Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, donde reposan las cenizas de este pintor, así como la capilla de la Concepción, con bóveda gótica en piedra caliza y nave con artesonado de madera.

La parte del palacio que ha adquirido el empresario segoviano Félix Ortiz a Galartis era la más abandonada, con grave peligro de hundimiento. Con entrada por la plaza Reina doña Juana, este recinto tiene dos alturas, con una planta baja con una superficie de 870 metros cuadrados, incluidos patios y sótanos. Ortiz aspira a construir viviendas, "de acuerdo con las directrices urbanísticas", para revitalizar el casco histórico, aunque la Junta de Castilla y León quiere ahora ejercer el derecho de retracto, y destinarlo a uso público, después de haber incoado un expediente de declaración de Bien de Interés Cultural.

Aparte de los 900.000 euros, Ortiz ha pagado otros 24.000 euros para levantar pequeños embargos que pesaban sobre este palacio fruto de obras de emergencia llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Segovia para frenar el estado ruinoso del recinto.

Ortiz dice que ha actuado de "buena fe" y quiere sentarse a negociar con las administraciones y encontrar una salida y, según reconoce, "no judicializar" el asunto. El mes pasado, un día después de que anunciara la construcción de viviendas en el recinto, la consejera de Cultura y Turismo de Castilla y León, Silvia Clemente, explicó que el Gobierno regional quiere hacerse con la titularidad del inmueble, con el fin de que recupere su antigua fisonomía y sumarlo al museo.