Una treintena de 'sin papeles' logra burlar el blindaje electrónico de Fuerteventura

Una patera desembarcó la pasada madrugada a 30 inmigrantes sin papeles, entre ellos dos mujeres, en uno de los puntos calientes de arribadas de las mafias de la inmigración, Las Playitas, la localidad pesquera que se encuentra a los pies del Faro de la Entallada, en el sur de Fuerteventura.

La acción se produjo apenas 24 horas después del naufragio de otra barca que, empujada por las fuertes olas, se estrelló contra las rocas, volcó y escupió a un mar de poco más de dos metros de profundidad a sus 28 ocupantes. Sólo sobrevivieron nueve, tres permanecían desaparecidos hasta anoche y de los 16 restantes queda una ficha con datos mínimos abierta por los forenses del Hospital Insular de Fuerteventura, antes de su entierro sin lápida en el municipio de Gran Tarajal.

Ninguna de las dos barcas fue detectada por los radares del blindaje electrónico. El delegado del Gobierno para la Extranjería e Inmigración, Gonzalo Robles, quien llegó el viernes a Fuerteventura, reconoció las carencias de este sistema para aguas agitadas como las del Atlántico canario. La altura de las olas provoca un efecto pantalla que engaña a los radares y les impide detectar estas embarcaciones.

Los tres inmigrantes que permanecían en el Hospital de Fuerteventura recuperaron su tono vital, recibieron el alta médica y fueron trasladados ayer al centro de internamiento de extranjeros de El Matorral. Escaparon a la tragedia cuando se asieron a una roca saliente, mientras, a su lado, permanecía la patera volcada rodeada de los 16 cuerpos sin vida de sus compañeros de viaje, entre ellos una mujer magrebí. Cinco de los nueve supervivientes reconocieron a los agentes proceder de Malí, dos, de Guinea Bissau, uno, de Guinea Conakry, y otro, de Gambia. Ninguno pudo establecer la procedencia de los fallecidos, informó un portavoz del Ministerio de Interior. Ayer seguían rastreando la zona del suceso en busca de los tres desaparecidos.