Enfado de Prodi con el 'lobby' judío por tildarle de antisemita

La cuestión judía es tan delicada como una porcelana china en las instituciones europeas. Romano Prodi ha estallado en cólera por ser tachado de "antisemita" por dos destacados representantes de la comunidad judía. La reacción ha sido la de suspender un seminario sobre antisemitismo que se iba a celebrar en Bruselas el próximo mes y con el que el presidente de la Comisión quería reparar el impacto negativo del reciente Eurobarómetro que sitúa a Israel como el país más peligroso para la paz mundial junto a EE UU.

Prodi recibió ayer el apoyo del Colegio de comisarios, que calificaron de "deber moral" rechazar el artículo publicado el lunes en un diario británico por los líderes del Congreso Mundial Judío y del Congreso Europeo Judío, Edgar Bronfman y Cobi Benatoff, en el que se tildaban de antisemitas algunas prácticas de la Comisión.

El jefe del Ejecutivo escribió el martes a ambos dirigentes para expresarles su "sorpresa y emoción" y comunicarles que en estas circunstancias estimaba mejor no celebrar el seminario previsto. "El presidente está dispuesto a celebrarlo, pero no con personas que le critican y le ofenden", dijo ayer su portavoz oficial.

La indignación de Prodi fue mayúscula cuando se desayunó el lunes a su regreso de vacaciones con un artículo de opinión en el diario Financial Times, con el nada diplomático título "La traición moral de Europa sobre el antisemitismo", en el que Bronfman y Benatoff acusaban a Bruselas de "acción e inacción". Acción, decían, por permitir la publicación de una "encuesta políticamente motivada"; inacción, por "censurar un informe de su Centro de Control sobre Racismo y Antisemitismo [tiene sede en Viena, pero no depende de la Comisión]" sobre la implicación de minorías musulmanas en actos antijudíos.

Israel y representantes de la comunidad hebrea calificaron ayer de "preocupante" el incremento de antisemitismo en Europa, pero no dudan "de la labor de sus dirigentes para combatirlo".