La patronal vasca expresa su "hartazgo" por la crispación

La patronal vasca tiene un sentimiento de "cierto hartazgo" por el "poco o nulo caso" a sus llamamientos para recuperar la normalidad política e institucional en Euskadi, que se han repetido en los últimos años. "Parece como si el mundo político fuera por un camino y el empresarial por otro", afirmó ayer el presidente de Confebask, Román Knörr.

Al presentar el balance económico del año que termina y las perspectivas de 2004, Knörr dijo que la situación política afecta al desarrollo de la actividad económica de Euskadi y reclamó un "entorno estable" y "certeza institucional y política". El presidente de la patronal dijo que sus asociados se mueven "con dificultades" con los problemas actuales y, por ello, pidió, como deseo para 2004, la desaparición de la "lacra" de ETA y el fortalecimiento de la "cultura de la paz".

Knörr calificó de "mala noticia" la prórroga de los Presupuestos del Gobierno vasco, tras ser rechazados en el Parlamento el pasado lunes. "No es más que la expresión de una situación de bloqueo político" que dificulta la puesta en marcha de políticas económicas. La cúpula de Confebask ha rehuido pronunciarse sobre el plan Ibarretxe tras las tensiones que creó en su seno la postura pública adversa de hace un año. Ayer tampoco lo hizo, pero reclamó un clima político "más favorable y menos crispado".