La oposición echa en cara el incumplimiento de la paridad en el nuevo Ejecutivo

El nuevo Gobierno de la Generalitat no tuvo ayer otro remedio que encajar en el Parlamento catalán las críticas por incumplir en su composición las solemnes promesas sobre paridad de género formuladas en la campaña electoral. Tanto Artur Mas, en nombre de CiU, como Josep Piqué, en el del PP, tomaron este incumplimiento como ejemplo de las "incongruencias" que a su juicio cabe esperar de Pasqual Maragall y su Gobierno.

Después de que Maragall presentara su Gobierno como "el primero sin confusión entre partido y país", en contraste con los presididos por Jordi Pujol, fue el conseller en cap, Josep Lluís Carod-Rovira, quien tuvo que asumir que "todos tenemos contradicciones" y reconocer el incumplimiento en un asunto del que la izquierda había hecho bandera. "No nos satisface", dijo, "la solución que hemos dado a la paridad".

Pero Artur Mas había señalado que la izquierda ha incumplido también el compromiso de reducir el número de departamentos del Gobierno, que ha pasado de 13 a 16, "porque han de repartirse el poder". Con este tipo de críticas, sin embargo, Mas abrió el flanco a que le recordaran su pasado reciente, como hizo Carod a continuación. El último Gobierno de CiU no sólo creó departamentos a la medida de Unió Democrática, sino que se creó la figura del conseller en cap para dar proyección al propio Mas.

Encuentro Saura-Piqué

Carod se apuntó ya como la voz defensora del nuevo Gobierno. Recriminó a Mas que osara aventurar, como había hecho, que el tripartito dedicará todo su tiempo a "repartirse cargos". "¡Pero si ustedes parecen representantes de una ONG de Cargos sin Fronteras!", dijo. Y añadió: "Lo que hemos encontrado es una enorme cantidad de cargos, asesores, responsables de planes, proyectos y programas que dan fe de su creatividad en esta materia".

Aunque el PP presume de no fijarse cuotas de hombres y mujeres, Piqué también criticó el incumplimiento de la promesa de Maragall en esta materia. Su línea de ataque contra Maragall fue, sin embargo, la de criticarle que conceda demasiado peso político a Carod.

El tono "firme pero constructivo" de Piqué contrastó con la acidez de Mas. Y a poner de manifiesto la pugna entre CiU y PP para liderar la oposición contribuyó que fuera Piqué, y no Mas, quien tuviera ayer mismo el primer encuentro con el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, para hablar sobre la futura reforma del Estatuto y la financiación. Aunque todo quedó para después de las elecciones de marzo.