Un Málaga dormido se impone de penalti al Xerez

Dormido. Así saltó el Málaga al césped de Chapín y así estuvo hasta casi finalizada la primera mitad, cuando los sucesivos sustos que le dio el Xerez le sacaron del inapropiado estado en el que se estaba jugando su continuidad en la Copa del Rey.

Sin centro del campo, donde el reconvertido Leko no dio una, y sin un balón en profundidad con el que entretener a sus hombres de banda, el equipo de Juande Ramos se limitó a correr para tratar de frenar a los revolucionados jugadores del Xerez, que hasta en tres ocasiones (Calle, Del Pino y Mena) pusieron en serios apuros a Calatayud, tan inspirado ayer como el pasado domingo ante el Mallorca. Por el contrario, en el Málaga, sólo Salva logró llevar algo de peligro ante la puerta de Doblas.

Entre el aletargamiento del Málaga y que el malagueño Esteban, técnico del Xerez, había tomado las hechuras a su rival, el partido de decantó de forma clara de parte del Xerez, que hizo y deshizo a su antojo durante el primer tiempo sin la fortuna de materializar alguna de las claras ocasiones que generó.

Más alerta salió el Málaga tras el descanso. No obstante, el peligro seguía rondando la portería de Calatayud, donde Del Pino forzó, con un fuerte derechazo a la escuadra, la estirada de Calatayud. Este nuevo sobresalto espoleó algo al Málaga. Tras una frustrada internada de Edgar, éste cayó derribado en el área por Moreno. Salva transformó el penalti.