Asesores con poca influencia

Todos los gobiernos tienen asesores, y su influencia en sus jefes, los políticos, puede ser notable o baja. La serie de televisión británica Sí, ministro, representa, con tintes cómicos, el prototipo de asesor influyente, cuyas opiniones no sólo condicionan las de su ministro, sino que muchas veces llegan a ser las de su ministro.

En el caso de los asesores de la Generalitat, un dato chocante es la baja o nula influencia de una parte ellos en las decisiones que toman los políticos. Según una encuesta realizada por el profesor de Ciencia Política Jordi Matas entre 48 consejeros del Gobierno catalán entre los años 1980 y 2000 y publicada en el Informe Pi i Sunyer sobre la administración de la Generalitat de Catalunya, la mitad de los consultados al respecto respondieron que los asesores tenían poca o nula influencia en las decisiones que se adoptan; el 30%, que influían bastante, y no llegaban al 10% los que afirmaron que influían mucho. El resto no contestaron la encuesta. Pero en el caso del Ejecutivo catalán, resulta difícil conocer con precisión cuál es su número. La pasada legislatura las cosas se enconaron y

La Generalitat dice que tiene 50 asesores mientras que ERC elevó el número a 200

el Gobierno y la oposición mantuvieron tensos rifirrafes sobre la identidad y el sueldo de

los asesores al servicio de la Generalitat.

Según datos del Gobierno catalán, el 22 de febrero de este año había 49 asesores en los 13 departamentos de la Generalitat, al margen de los altos cargos y de los subdirectores generales. Estos datos no coinciden, sin embargo, con los que hace dos años dio a conocer el diputado de ERC, Joan Ridao, que cifró el número de asesores en 200 en un amplio informe. Ridao utilizó para ello los datos que le proporcionó la entonces directora general de la Función Pública, Àngels González, que dio a concocer la lista de los asesores, su identidad y sus sueldos. Esta iniciativa le costó el puesto a la directora general, que cesó a petición propia, según la versión que dio entonces el Gobierno catalán.

Aquella información permitió conocer que 24 asesores tenían sueldos mayores que los propios consejeros del Gobierno catalán (63.100 euros anuales). Fuentes del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales dijeron ayer que el informe del diputado republicano no se correspondía con la realidad porque incluía a altos cargos que no tienen la calificación de asesores.

El año pasado, la entonces consejera de Gobernación, Núria de Gispert, se negó a facilitar a los diputados Joan Ridao y Alex Masllorens, este último del PSC-Ciutadans pel Canvi, la identidad de los altos cargos recolocados en organismos dependientes de la Generalitat. De Gispert argumentó su negativa en que éstos tenían derecho a la "intimidad y a la privacidad", algo que en privado reconocían algunos diputados de la oposición, que no perdonaban, en cambio, que no se dieran a conocer los sueldos. La consejera facilitó en cambio el número de altos cargos recolocados como asesores: 49 secretarios generales y directores generales, según una respuesta parlamentaria a los citados diputados.