Kaspárov piropea a Vallejo, que jugará en Linares

Cuando nació Paco Vallejo en Menorca, en 1982, Gari Kaspárov tenía 19 años y ya era un firme candidato al título de Anatoli Kárpov. Hoy, el ruso vislumbra su declive como número uno "en cuatro o cinco años" y no descarta al español, ex campeón del mundo sub-18, entre sus probables sucesores. Pero advierte: "Tendrá que trabajar muy duro". En octubre, Vallejo ganó la medalla de oro al mejor resultado individual en el Europeo por naciones de Plóvdiv (Bulgaria). Y el viernes firmó el contrato para el Torneo de Linares, en febrero.

"El talento de Vallejo es enorme, y no deja de subir en las listas mundiales . Le veo muy pronto entre los quince primeros", auguró recientemente Kaspárov en Madrid tras firmar cientos de ejemplares del primer tomo de una obra magnífica, Mis geniales predecesores, en la que analiza a todos los campeones de la historia. Pero enseguida captó el punto débil: "Resulta significativo que la bestia negra de Vallejo sea precisamente Ruslan Ponomáriov [de 20 años, campeón del mundo oficial], quien compensa su menor talento con una dureza mucho mayor ante el tablero, y por eso gana a Vallejo casi siempre". Sin embargo, el mal tiene cura: "Esa no es una virtud genética, sino adquirida con duro trabajo. Ciertamente, es más fácil sacrificarse siendo ucranio, ruso o armenio que viviendo bien en España. Pero si Vallejo es capaz de hacerlo llegará muy arriba, incluso a luchar por el título".

De momento, Vallejo se prepara en su casa de Mallorca para el torneo de Linares tras el oro (primero de un español en la historia) de Plóvdiv, donde España finalizó 7ª sobre 35 países.

Sobre el diagnóstico de Kaspárov, el excampeón del mundo sub-18 reaccionó así: "Es muy interesante, y va bien encaminada. A los 10 años me di cuenta de que el talento de Ponomáriov era menor que el mío, pero su técnica ya era formidable, porque la había trabajado desde muy pequeño, y yo no. Sus victorias sobre mí de los últimos años se deben, sobre todo, a esa técnica superior".