Expertos de la 'narcosala' de Ginebra explican la experiencia a los vecinos de Bilbao

Técnicos expertos en el funcionamiento de la sala de venopunción de Ginebra han viajado a Bilbao esta última semana para explicar la experiencia desarrollada en la ciudad suiza a los vecinos que se oponen a la apertura de la primera narcosala del País Vasco, que se abrirá en Bilbao a finales de este mes o primeros de diciembre.

La sala tenía previsto abrir en la calle Bailén de la capital vizcaína el pasado 3 de noviembre. Sin embargo, la expectación creada al conocerse la fecha y el interés de la Dirección de Drogodependencias del Gobierno vasco y de Médicos del Mundo, la ONG encargada de su gestión, de llegar a acuerdos con los vecinos que se resisten a aceptar el programa, ha propiciado el cambio de fechas. Asimismo, estas últimas semanas se han aprovechado para impartir un curso de primeros auxilios y técnicas de intervención a un grupo de voluntarios que trabajará en el centro y colocar los últimos muebles en el local.

La narcosala está ubicada en el mismo edificio en que Médicos del Mundo tiene su sede, a escasos metros de donde muchos toxicómanos se inyectan droga ante la vista de cualquiera. El objetivo del programa es atender a los drogodependientes que han fracasado repetidamente en su intento de abandonar las drogas. Médicos del Mundo estima que unos 80 de los 400 que se encuentran en esta situación podrían decidirse por usar los nuevos servicios.

La visita de dos días a Bilbao de los técnicos del centro suizo, adonde en octubre acudió una delegación de Médicos del Mundo y de Drogodependencias, ha servido para mantener contactos con los vecinos y también con el equipo médico y psicológico que se hará cargo de la narcosala.

A ambos, y por separado, se les impartió una charla sobre la experiencia desarrollada en Ginebra con un éxito notable. La idea es que si los vecinos conocen el proyecto a fondo pueden despejar sus temores a que el barrio se convierta en el gueto de los drogodependientes, según han manifestado estos. Una de sus exigencias es que el servicio de venopunción se integre en Osakidetza.