'El coche de pedales' y 'En fin, el mar' abren la pugna por el Colón de Oro

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva exhibió ayer las dos primeras películas de las 12 que compiten por el Colón de Oro, máximo galardón. Se trata de la española El coche de pedales, dirigida por Ramón Barea, un veterano actor curtido en las viejas batallas del teatro independiente vasco desde los años setenta, y de la argentina En fin, el mar, la ópera prima del director Jorge Dyszel.

Ramón Barea afirmó ayer que su película se desarrolla en una frontera indefinida entre la comedia y la tragedia: "Se parece mucho a la vida, que no tiene un género diferenciado".

La cinta se rodó en Valencia y recrea la historia de un niño, llamado Pablito, en el tragicómico paisaje social de la España franquista. El director afirmó que la historia rinde homenaje a cualquier ciudad de la España de la dictadura. "A pesar del transfondo social en la que se enmarca la película, se trata de un espacio histórico donde se llevan al límite unas formas de convivencia que permiten contar una crónica sentimental, de la supervivencia de la medianía, que no suele figurar en los tratados históricos del franquismo ni en las crónicas de la época", señaló Ramón Barea.

La película En fin, el mar profundiza en las vidas de un operador financiero de Wall Street y de una balsera cubana. En la trama subyace los problemas de los inmigrantes cubanos que llegan a EE UU atraídos por el sueño americano. "Narra una historia netamente cubana, entroncada en esa necesidad de encontrar nuestras raíces, que se refleja en la película a través de los personajes de Toni y de Mariana", explicó Jorge Dyszel.

En la jornada de hoy lunes, el festival onubense pretende rendir homenaje al director de cine boliviano Jorge Ruiz, al que se le concederá el premio Ciudad de Huelva en reconocimiento a su labor por el cine documental y su contribución al desarrollo de la cinematografía boliviana.