Herbicidas en Jaén

La semana pasada, cuando subía a mis niños en el coche para llevarlos al colegio, una avioneta sobrevoló mi vivienda a escasos metros rociándonos con una lluvia de un líquido de olor extraño y dándonos un susto de muerte.

Cuando me informo de la razón de tal "ataque", descubro que se trata de la campaña anual contra la mosca del olivo, dentro de una campaña para la calidad del aceite financiada por la Unión Europea. Este tratamiento consiste en la aplicación aérea de un atrayente para la mosca (para que se acerque a la zona) y un insecticida que mata al insecto atraído. El insecticida se llama Dimetoato y está incluido dentro de la lista de productos cancerígenos.

Estos tratamientos deberían ser considerados por técnicos y políticos, y atender a diversos razonamientos. Si se busca una mejor calidad del aceite, atacar la mosca para luego mezclar la aceituna del suelo (que siempre hay) con la del árbol no tiene mucho sentido. Esta práctica, tan extendida en la Comarca de la Loma de Jaén hace que la calidad de los aceites sea muy baja; el año pasado, a pesar de que se trató toda la superficie de Jaén, el 80% del aceite obtenido fue lampante y, por tanto, destinado a las refinerías, donde no les importa si ha habido mucha o poca mosca. Éste, creo, que es el primer argumento para cuestionar estas prácticas, ya que los tratamientos cuestan muchos millones de euros (que salen del bolsillo de todos) y los resultados son los que he descrito.

El Dimetoato es cancerígeno y sus efectos repercuten en todos los seres vivos que estamos en torno al olivar: Humanos, caza, ganado, huertas de autoconsumo, abejas, aves que se alimentan de insectos. También contamina el agua de los arroyos, ríos y embalses. Este año, y debido al fuerte calor, la presencia de mosca ha sido muy baja, y según algunos expertos no hubiera hecho falta tratar; la razón perversa para gastar otra cantidad ingente de dinero en tratamientos obedece a que los que no traten este año no recibirán subvención el próximo.

Los últimos tomates de la temporada los he tirado a la basura al conocer que después de la pasada del avión han acumulado 40 veces las cantidades de veneno permitidas y debería esperar 60 días antes de poder ingerirlos. ¿No tengo derecho, ni haciéndolo yo, a tener una alimentación sana para mí y los míos?