Condenados un ex jefe policial y un ex futbolista por tráfico de drogas en Málaga

La Audiencia de Málaga ha condenado a nueve años de prisión al inspector Bernardino Rodríguez, ex jefe del Grupo III de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía, por un delito de tráfico de drogas. La sentencia considera probado que el acusado introdujo en el mercado ilícito diversas partidas de droga que sustraía de intervenciones policiales y que él sustituía por sustancias inocuas, como bicarbonato, manitol o azúcar.

Para su distribución, este agente utilizaba los servicios de una banda de traficantes que lideraba el ex futbolista del C.D. Málaga José Aído, quién utilizaba como tapadera de su negocio una tienda de deportes. Este último también ha sido condenado a tres años de prisión por un delito contra la salud pública, al igual que un empleado de su establecimiento, que concertaba las transacciones con los clientes y les entregaba la droga.

Hay dos condenados más. Se trata de un sobrino del ex futbolista que también trabajaba para la banda, y que deberá ingresar un año en prisión, y uno de los principales distribuidores, condenado a tres años de prisión.

La operación que permitió estas detenciones, desarrollada en el año 1998 por la Grupo Antidroga de la Guardia Civil, provocó una fuerte conmoción en Málaga. Además, en la operación fueron detenidos, igualmente, un cabo y un agente de la Policía Local de Málaga que, según los hechos probados en la sentencia, mantenían cierta relación con el ex jugador de fútbol, al que ayudaron a averiguar la identidad de un vehículo que le estaba haciendo un seguimiento y que resultó ser un coche "camuflado" de la Guardia Civil.

La sentencia absuelva a ambos agentes al no quedar acreditado, "a plena satisfacción, que estos dos procesados participasen de manera activa en el tráfico de drogas, ni tratasen de ocultar las actividades de los principales responsables del mismo".

Durante la vista oral, que se inició el 10 de junio, el inspector de policía condenado dijo que era víctima de una revancha de la Guardia Civil por una operación que él investigó y en la que estaba implicado un agente del mencionado cuerpo policial.