Valencia tiene una fuente de la Valldigna en Viveros

Al monasterio de Santa María de la Valldigna aún le faltan muchas piezas para una reconstrucción total tras la compra por un millón de euros del expoliado claustro gótico por parte de la Generalitat. Una de ellas es una fuente del siglo XIX situada en los Jardines de Viveros de Valencia, explicó ayer el concejal socialista Juan Soto, quien pidió a la alcaldesa, Rita Barberá, del PP, que la devuelva al monumento.

El claustro comprado por un millón de euros por la Generalitat no es la única pieza del conjunto que se conserva fuera de su entorno original, como afirmó el consejero de Cultura, Esteban González Pons, quien resaltó el lunes al firmarse la venta que así acaba "un motivo de humillación para el pueblo valenciano". En Valencia, en los Jardines de Viveros, se conserva una fuente de mediados del siglo XIX que también perteneció al monasterio, afirmó Soto. Así figura en una publicación del propio Ayuntamiento, Jardines de Valencia, de 1993. La fuente es de piedra berroqueña gris y de mármol rosa y la rematan cuatro peces. El Consistorio la llevó a Viveros en 1952.

La compra del claustro se ha producido en plena polémica sobre la reforma de la Ley de Patrimonio, y Soto citó ayer artículos de esta norma para anunciar una moción en la que pedirá a Barberá que restituya la fuente al monasterio, al tiempo que solicitará que la Generalitat recupere obras de arte dispersas pertenecientes en origen a Valencia.

Desde la concejalía de Cultura, que dirige María José Alcón, declararon, con "los datos disponibles" a mediodía, que la fuente "efectivamente" es del monasterio y que se buscará el expediente "para hablar con la Consejería de Cultura". Horas después, la consejería aseguró, por contra, que están "muy adelantadas" las negociaciones con la concejal y que se ha avanzado "mucho" para cerrar un acuerdo. El caso es que el Ayuntamiento forma parte de la Fundació Jaume II el Just, que busca la puesta en valor del monasterio. Es más, el arquitecto Salvador Vila ya buscó una ubicación para la fuente de Viveros hace unos años al rehabilitar el Claustro del Silencio. La toma de agua está lista, pero la fuente, citada como "elemento disperso" en estudios y documentos de la Valldigna, sigue en Valencia.