El ex militar argentino Astiz, detenido a petición de Francia

El ex capitán de la Marina argentina Alfredo Astiz fue detenido ayer en Buenos Aires en el curso de la investigación judicial sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la dictadura militar. Según fuentes judiciales, Astiz se presentó en la sede de la Armada en Buenos Aires después de que la comandancia de esa fuerza convocase a 13 ex jefes navales cuya captura había sido ordenada por el juez Sergio Torres.

Su detención también había sido reclamada ayer por otro juez argentino, Alcindo Álvarez Canale, que tramita una demanda de extradición de la justicia de Francia por la desaparición de dos monjas francesas durante el régimen militar. Sin embargo, la solicitud de Torres fue emitida con anterioridad a la de Álvarez, por lo que le fue concedida prioridad. El arresto de Astiz fue calificado ayer como "un motivo para la esperanza" por el abogado de los familiares de las religiosas.

Símbolo de la represión

Astiz, conocido como El ángel rubio de la muerte y considerado uno de los símbolos de la represión desatada por el régimen que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, fue uno de los 40 militares argentinos que estuvieron en prisión a petición del juez Baltasar Garzón hasta el pasado 1 de septiembre, después de que el Gobierno español desistiera en su petición de extradición.

El magistrado Sergio Torres investiga lo ocurrido en la ESMA de Buenos Aires, uno de los mayores centros ilegales de detención que funcionaron durante la dictadura, y en el transcurso de sus pesquisas ordenó la detención de Astiz y de otros doce ex jefes navales.

La denominada causa 450 es una de las dos causas reabiertas por la Cámara Federal de Buenos Aires hace 15 días, después de que el Parlamento argentino aprobase un proyecto que declaró la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, dictadas en la década de los ochenta. Esas normas libraron de responsabilidad a más de un millar de militares y miembros de las fuerzas de seguridad acusados de graves crímenes cometidos durante el régimen militar.