Rechazada la moción de censura en Martorelles sin que nadie la defienda

El pleno del Ayuntamiento de Martorelles (Vallès Oriental) rechazó ayer la moción de censura presentada contra el gobierno de la izquierda plural. Nadie la defendió: los concejales de la oposición que la habían presentado se ausentaron al ser imposible que prosperara.

Convergència i Unió (CiU) impulsó la moción de censura con la colaboración de Núria Llistosella, concejal socialista que mantenía pésimas relaciones con el resto del equipo de gobierno. No obstante, la dirección del PSC en la comarca consiguió que ésta rectificara su apoyo a la iniciativa cuando ya se había registrado.

A pesar de que CiU retiró el sábado la moción, el equipo de gobierno prefirió mantener el pleno, con lo que el actual alcalde, Pere Trunyols, de Esquerra Republicana (ERC), ya no podrá ser objeto de otra moción de censura. En febrero Trunyols debe ceder su puesto precisamente a Llistosella, de acuerdo con el pacto suscrito por las tres formaciones de izquierda, que se repartirán la alcaldía a lo largo del mandato.

Llistosella tampoco acudió al pleno de ayer. "Entiendo que no haya venido porque quizá alguien del público le hubiera dicho algo y hubiera vivido una situación un tanto difícil", afirmó Trunyols.

Durante el pleno, que duró unos 15 minutos, el alcalde afirmó ante una sala abarrotada que la moción de censura estaba "basada en mentiras". Una vez finalizada la sesión, indicó que la polémica había sido una vergüenza y un triste espectáculo para Martorelles.

El portavoz municipal de Iniciativa (ICV-EUiA), Miquel Àngel Soria, que será alcalde en el tramo final del mandato, admitió que le va a ser difícil trabajar con la edil socialista: "Es una persona a la que le he perdido la confianza", afirmó.