Inoperancia criminal
La lista confirmada de mujeres asesinadas en una década en Ciudad Juárez ha llegado, según un estremecedor informe de Amnistía Internacional (AI) hecho público esta semana, a 370. Otras 70 se dan por desaparecidas y en su cementerio están depositados restos de otros 75 cuerpos femeninos sin identificar. El Estado de Chihuahua, al que pertenece Ciudad Juárez, es uno de los más violentos de México y también han muerto en ese periodo, asesinados, varios centenares de hombres. En su caso se trata, la mayoría de las veces, de ajustes de cuentas o enfrentamientos entre narcotraficantes y delincuentes perfectamente identificados. En el de las 370 mujeres, que pueden ser más de 500, sólo se sabe que fueron asesinadas por serlo.
Nadie discute que ser mujer es algo duro y peligroso en muchos rincones del mundo, pero los asesinatos de Ciudad Juárez son, posiblemente, la demostración de violencia de género más brutal y extrema que se conoce. El informe de AI es, sobre todo, el relato de la total negligencia, ineficacia e incapacidad de que han hecho gala las autoridades mexicanas en estos 10 años. Más aún, parece probado que esta serie de asesinatos sólo ha sido, y es, posible gracias a la existencia de agentes públicos (policías y funcionarios de justicia) que están involucrados, como poco, en el encubrimiento de las muertes.
La falta de información, la inexistencia de bancos de datos y la nula investigación han llevado a todo tipo de especulaciones, en muchos casos truculentas, sobre quién o qué puede estar detrás de estas muertes, desde redes de venta de órganos vitales hasta rodaje de películas de porno duro. Lo único que está claro es que se ha producido un fracaso demoledor de las autoridades mexicanas y que los crímenes de Ciudad Juárez se están convirtiendo en un caso emblemático de la inoperancia del Gobierno del presidente Vicente Fox. Difícilmente podrá creerse en la seriedad de su compromiso en defensa de los derechos humanos y en la lucha anticorrup-ción, mientras las autoridades federales no sean capaces de cortar esta cadena de muertes.
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