Julio Bocca da una lección de calidad

E n el teatro Coliseum, de Madrid, Julio Bocca presentó el miércoles un precioso y variado espectáculo donde una vez más se impuso la calidad de su baile personal y la seriedad con que enfrenta el desarrollo de su compañía Ballet Argentino.

El programa ofreció primero Carmen, la coreografía que el cubano Alberto Alonso creara hace 35 años para la bailarina moscovita Maia Plisetskaia, con la presentación de la joven Rosana Pérez en el papel de la cigarrera y el propio Bocca como Don José. También destacó la planta y el arrojo de Hernán Piquín en el papel del torero Escamillo. El ballet Carmen conserva toda su calidad y modernidad, y los jóvenes argentinos hacen lo que pueden por sacar adelante su complejo estilo, donde Julio Bocca interviene personalmente creando un Don José lleno de sensibilidad e interiorizando el drama.

Después se vio una curiosa versión de Macbeth, donde el astro argentino encarna los papeles masculino y femenino, continuando el dúo Ecos, de Mauricio Wainrot, sobre el precioso Adagio para cuerdas, de Barber. La noche se cerró alegremente con Persecución nocturna, un divertimiento en clave de jazz balletístico donde toda la compañía mostró a fondo de lo que es capaz.

Pero quien más demostró fue el propio Julio Bocca, que, totalmente recuperado de sus lesiones (las típicas de un bailarín virtuoso), se mostró pleno de agilidades y conservando ese giro brillante, resuelto y rápido que ha caracterizado toda su carrera.

Este primer programa estará en cartel hasta el próximo día 10 de este mes.