"Temen hablar de inmigración porque quita votos"

La primera vez que Gregorio Gomes Ferreira acudió a un colegio electoral español con su tarjeta de identificación y el certificado censal que le habían enviado a su domicilio de Huelva no le dejaron votar. A Gomes, que nació en Guinea-Bissau, le pareció un sinsentido que la Oficina del Censo Electoral le enviara la tarjeta a su casa si no tenía tal derecho. La segunda vez que acudió a un colegio, en 1993, pudo votar tras haber obtenido la nacionalidad española dos años antes. Es, por tanto, uno de los pocos inmigrantes con derecho a pronunciarse en las urnas el próximo domingo 25, pero aspira a que las cosas cambien dentro de cuatro años: "Una vez que tengan el derecho a votar se haría una política de integración para los inmigrantes". Ese es el objetivo de la campaña Aquí vivo, aquí voto, impulsada por varias organizaciones andaluzas para reclamar una reforma legal que conceda a los extranjeros que residen en España el derecho de sufragio, al menos en las elecciones locales. "Sin derecho al voto los políticos no nos hacen caso, aquí tienen miedo de hablar de inmigración porque quita votos", reflexiona Gomes, coordinador de la Plataforma de Asociaciones de Inmigrantes en Andalucía, que aglutina a 16 organizaciones. Los promotores de la campaña en favor del voto para los inmigrantes pretenden reunirse con todos los partidos políticos para pedirle el respaldo a su reivindicación, explicaba el viernes Keta Aliu. Las organizaciones buscan, además, la complicidad de la sociedad en la conquista de este derecho. "Queremos concienciar a la población española de que los inmigrantes tienen que participar en las elecciones municipales", indica Aliu.