La agresora causó baja por depresión en su primer año en el hospital

No quiere dar su nombre pero fue compañera de Noelia de Mingo Nieto, la reumatóloga que anteayer mató a dos personas a cuchilladas en la clínica de La Concepción e hirió a otras seis, dos de ellas de gravedad.

Esta médica anónima vivió una etapa de ilusión y esperanza junto a Noelia de Mingo durante su primer año con una plaza de médico interno residente. "Recuerdo que compartimos guardias y me sorprende que todo haya terminado así", afirma. Al ser compañeras de primer año, dice la doctora que "era frecuente" que salieran juntos todos los compañeros a cenar. "No con continuidad. No puedo decir que era amiga íntima de ella".

Pero lo que recuerda es que los problemas psicológicos de Noelia comenzaron pronto. "A los dos o tres meses de ingresar en la clínica como residentes tuvo que pedir una baja por depresión". Dice que ella le contó sus problemas, que "estuvo en tratamiento" pero que "lo estaba superando".

Los caprichos del destino hicieron el jueves que esta facultativa tuviera que atender a una de las víctimas de su compañera. Ella atendió a Félix Vallés, el hombre de 76 años que iba a visitar a su mujer enferma y al que Noelia de Mingo le cortó la vena aorta. Un hombre que se debate entre la vida y la muerte. "Estaba tirado en el suelo con una puñalada en el estómago y me hice cargo de él". "Ahora lo que a mí me preocupa es Noelia. Cuando hizo lo que hizo estaba viviendo otra realidad, no era consciente. Tuve la suerte de no verla así".