Fotografía masónica

La curiosidad me ha acercado a Salamanca para visitar una interesante exposición sobre fotografías masónicas. Instalada este mes de marzo en el Palacio de Abrantes, está patrocinada por el servicio de actividades culturales de la Universidad salmantina. Forma parte de un proyecto sobre fondos y nuevos documentos que inicio su andadura el año 2000 en la fundación Antoni Tàpies de Barcelona y se especula con la posibilidad de acercarla a Bilbao.

Esta serie de fotografías se ha localizado en el Archivo General de la Guerra Civil, dentro de expedientes policiales destinados al Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Son algo más de 600 copias y algunos negativos. Aunque su número no sea exagerado, la importancia sobresale cuando se considera su valor histórico, técnico e incluso artístico. Sin duda, es un testimonio gráfico único y, con toda certeza, el mejor fondo de contenido masónico conocido en nuestro país.

Cronológicamente, ocupan una horquilla que abarca el ultimo tercio del siglo XIX y el primero del XX. Algunas de ellas son planos generales que reflejan reuniones rituales, banquetes, asambleas o distintas ceremonias.

Otras son planos más cerrados y muestran masones adornados con bandas, mandiles o joyas, indumentaria para identificar el rango o responsabilidad alcanzada por el personaje que se trata dentro del "cuadro de dignidades y oficiales" del Taller o la Logia. También existen fotografías de templos y de personalidades destacadas dentro del colectivo de librepensadores y masones.

No faltan documentos gráficos de mujeres para ilustrar su participación en logias mixtas y no sólo en las dedicadas exclusivamente a la adopción. En algunos casos, las imágenes están tomadas por algún amateur, pero otras han sido realizadas en estudios profesionales y ofrecen mejor calidad. Con ello queda patente el empleo de una gran variedad de procedimientos en su realización. En su mayoría son en blanco y negro, aunque también hay algunos ejemplos coloreados. De la misma forma encontramos fotomontajes y retoques salidos de talleres especializados en estos menesteres.

Entre los autores encontramos nombres de gran relevancia en la historia de la fotografía en España: Laurent, Esplugas, Conde de Vernay e incluso el prolífico Alfonso. Algunos de los creadores de estos documentos gráficos fueron también masones y conservan su expediente depurativo en la Sección Especial. Tal es el caso del sevillano Rafael Pavón, retratista de prestigio que trabajó para la Revista Bética.