La clase política italiana, el Papa y los Reyes alaban a Agnelli

Las altas autoridades del Estado y del Gobierno italiano se unieron en un coro de elogios al patriarca de la dinastía que ha "reinado" en Italia durante un siglo. También el Papa, Juan Pablo II, expresó su tristeza por la muerte de Agnelli, un sentimiento compartido por los Reyes de España que manifestaron su pesar en un telegrama enviado a la viuda del industrial.

El presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, de la misma edad que el Avvocato, le dedicó un sentido recuerdo. Por su parte, el ex presidente de la República, Francesco Consiga, que le nombró senador vitalicio, declaró conmovido que con la muerte de Agnelli "desaparece otro pedazo de Italia".

También el primer ministro, Silvio Berlusconi, al que Agnelli nunca llegó a apreciar pese a haberlo apoyado cuando su ascenso era ya imparable, le reconoció el mérito de haber sido un "gran protagonista" de la historia italiana de los últimos 30 años.

El vicepresidente, Gianfranco Fini, se sumó al duelo por la muerte de un "empresario de otro siglo", y el presidente del Senado, Marcello Pera, superó el listón ampliamente al calificar a Agnelli, de "gran estadista".

Elogios sindicales

A los elogios se sumaron también la oposición política y los sindicatos. Desde fuera de Italia, las manifestaciones de pesar y reconocimiento se multiplicaron. El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, manifestó su tristeza y su confianza en que la muerte de Agnelli no suponga "el fin de una época para la industria italiana y en particular para la industria del automóvil".

El tributo a la figura del industrial llegó también desde el deporte. El jugador del Real Madrid y ex jugador de la Juventus de Turín, Zinedine Zidane, destacó que Agnelli fue "una de las personas que más me ha marcado en la vida". El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, le rindió homenaje como "ferviente aficionado al deporte" y miembro de honor del COI desde el año 2000.