Los marineros de las Rías Bajas temen la llegada de una nueva oleada de fuel

Los marineros de las Rías Bajas gallegas siguen con preocupación la deriva de una gran concentración de manchas de fuel detectada a unas 40 millas al oeste de las islas Cíes (Vigo). La mañana de ayer, una flota de siete barcos con base en las localidades pontevedresas de Portonovo, Cangas, Vigo y Baiona exploraron la zona, en alta mar, hasta que la fuerza de los vientos los obligó a volver a puerto.

"Descubrieron muchas irisaciones, manchas aceitosas y bolitas de fuel de color marrón", según el gerente de la cofradía de Cangas, Pablo Villar. Pese a lo que pueda parecer, el hecho de que el fuel no esté concentrado no es una buena noticia. "No se puede recoger, se escurre completamente cuando lo intentas", aseguró Villar, "si llega a la costa, no vamos a poder pararlo en el mar... Total, como dicen que todo está ya limpio", comentó con sarcasmo el dirigente de la agrupación canguesa.

Fuentes oficiales apuntaron a que el origen de estos vertidos podría no ser el Prestige, sino un barco que limpiase sentinas. "Claro que puede ser, esta mañana avisamos a la capitanía marítima de que un mercante que salía de Vigo navegaba achicando sentinas en medio de la ría. Si en estas circunstancias no hay control, ¿qué vigilancia hay normalmente?", se pregunta Villar.

Pero el temor de los marineros es mayor por cuanto siguen sin fiarse de la información oficial. En la página web de la Consejería de Pesca (que desde hace días controla Salvamento Marítimo, del Ministerio de Fomento), un avión francés informaba haber avistado un total de 1.743 galletas de fuel en diversos puntos, a lo largo de la mañana de anteayer, además de "rosarios de bolas", "estrías castañas" y otras denominaciones en boga, incluidas las ya famosas "irisaciones".

"¿Qué clase de galletas son esas?, ¿qué tamaño tienen para que se divisen desde un avión?", ironiza el vicepatrón de la cofradía de O Grove, Manuel Iglesias.