Cajasur reforma sus estatutos para escapar de la tutela de la Junta

La Asamblea General de Cajasur aprobó ayer la reforma de estatutos presentada por el Consejo de Administración y el presidente de la entidad, el sacerdote Miguel Castillejo. Éste es el último paso que Castillejo ha dado para huir de la tutela de la Junta de Andalucía, tras acogerse a la Ley Financiera y situarse bajo el paraguas del Ministerio de Economía. Unas 1.500 personas convocadas por el sindicato afín a Castillejo abuchearon e insultaron a los consejeros de PSOE e IU.

Estos manifestantes fueron citados por el sindicato mayoritario de la caja, Aspromonte, y corearon consignas contra el presidente andaluz, Manuel Chaves, y a favor de Castillejo ("presidente, aquí está tu gente"). Los insultos fueron especialmente graves contra el vicepresidente de la caja en representación de la Diputación de Córdoba, el socialista Antonio Fernández Poyato.

Los trabajadores y simpatizantes se congregaron en torno a las 10.30 en la avenida Ronda de los Tejares, la calle principal de la ciudad, frente a la Sala de Exposiciones Museísticas de Cajasur, donde se celebraba la asamblea. Media hora después, desplegaron pancartas y cortaron la avenida, que permaneció sin tráfico alrededor de hora y media.

La llegada de Castillejo, que entró en la caja rodeado de guardaespaldas, desató un auténtico delirio. Los manifestantes permanecieron concentrados hasta que uno de sus compañeros comunicó los resultados de la asamblea, tras lo cual se disolvieron.

A esta asamblea asistieron 157 de los 160 consejeros generales de la entidad, de los que 113 votaron a favor de la propuesta de estatutos (71,9%), 42 en contra (26,7%) y dos se abstuvieron. El apoyo obtenido supera los dos tercios que Castillejo necesitaba para sacar adelante la reforma.

Tras la asamblea, Miguel Castillejo declinó hacer declaraciones -sólo asintió cuando se le preguntó si estaba satisfecho- y partió acompañado del director general de la caja, Francisco Jurado. El director general adjunto a la Presidencia, el letrado Diego Jordano, se limitó a comentar que los estatutos se enviarán para su ratificación al Ministerio de Economía e indicó que, a su juicio, "marcan una línea de independencia y de profesionalidad en la caja".

Los nuevos estatutos establecen que la próxima Asamblea de Cajasur, entidad fundada por la Iglesia católica, tendrá 120 consejeros en lugar de los 160 actuales. En la reforma, el principal beneficiario es el Cabildo catedral, que contará con 56 representantes y eleva su peso del 35% al 46,6%. Este incremento se hace a costa, principalmente, de los ayuntamientos, que ven reducido su peso del 27,5% al 16,6%. En el Consejo de Administración, el poder que Castillejo ha reservado para el Cabildo catedral es aún mayor: siete de los 14 vocales (50%).

Desde que entró en vigor la Ley Financiera, el 23 de noviembre pasado, Castillejo ha acelerado al máximo los pasos para adherirse a esta norma y escapar de la tutela de la Junta de Andalucía, administración con la que mantiene un enfrentamiento abierto desde hace tres años, cuando se aprobó la Ley de Cajas autonómica.

En su empeño de escapar del control autonómico, Castillejo no ha dudado en desobedecer al obispo de Córdoba, Javier Martínez, que pidió que se retrasase la aprobación de los estatutos, y en hacer oídos sordos a todos los llamamientos al diálogo formulados por distintas instituciones como la Junta de Andalucía, la Diputación de Córdoba o el Ayuntamiento de la capital.

Todo este proceso lo ha realizado el presidente de Cajasur mientras está inmerso en la polémica por la póliza de 2,9 millones de euros que le permitirá cobrar una renta vitalicia cuando abandone la entidad. Esta póliza fue tildada de "escandalosa" por el obispo de Córdoba y declarada ilegal por los servicios jurídicos de la Junta de Andalucía.