Francia requisa una flotilla de pesqueros para combatir la contaminación

Un tercer barco de la Armada francesa zarpó ayer de Cherburgo (Normandía) rumbo al País Vasco-francés, donde se unirá a los dos navíos de bombeo que han estado hasta ahora en Galicia, el Ailette y el Alcyon. Esta concentración de barcos de la Armada se suma a la flotilla de pesqueros requisados por las autoridades francesas, cuyos propietarios y tripulaciones han firmado contratos que les garantizan una indemnización a cargo del Estado.

Los buques de mayor porte, equipados con equipos de succión, se ocuparán de atacar las manchas más concentradas, al norte de la costa española, mientras las más pequeñas e irisadas quedan en manos de la flotilla de pesqueros.

Estos barcos remolcan unas redes barrederas, reforzadas con tejido filtrante, que terminan en un depósito en el que se recoge el fuel. Una primera pareja de atuneros, reconvertidos en barcos anticontaminación, probó ayer el sistema en un punto situado al norte de la costa española, entre Cantabria y el País Vasco, guiados por el patrullero Sterne de la Marina. Si funciona bien, cada pareja podría hacerse con varias toneladas de hidrocarburos y, en ese caso, otros cuatro pares de pesqueros se harían a la mar en los próximos días.

La ministra francesa de Ecología, Roselyne Bachelot, trabaja con la hipótesis de que las primeras manchas llegarán al litoral francés "como mínimo, en cuatro o días", según fuentes de su departamento, que estiman en un centenar de toneladas la cantidad de fuel que está en el Cantábrico, mucho menos de la que azota a Galicia.

El Ailette y el Alcyon, barcos de bombeo que desde los primeros días se han dedicado a combatir el fuel del Prestige en las costas españolas, "continuarán bajo control de España y seguirán desplegados en la costa del norte de España", pero antes de hacerlo "efectuarán una escala técnica en Bayona", según puntualizó la Prefectura Marítima del Atlántico.