Portugal moviliza a cientos de funcionarios y militares ante la proximidad del fuel

Portugal ya tiene todo listo a pie de playa para la previsible llegada a sus costas de manchas de fuel del Prestige. El dispositivo incluye a cientos de funcionarios civiles y militares -coordinados con ONG por si hicieran falta voluntarios-, camiones y barcos, y prevé el rescate de especies protegidas que pudieran verse afectados y centros para tratar el hidrocarburo que se recoja. El plan está siendo coordinado desde la localidad de Caminha, en la desembocadura del Miño, por el secretario de Estado de Ambiente, José Eduardo Martins, y el comandante-ingeniero de Marina, Beganga Fernández.

Si las manchas tocan playas portuguesas, el comandante Fernández coordinará las operaciones. "Para un posible desastre como éste", afirmaba ayer Martins en la playa de Foz de Miño, "hace falta jerarquía y organización y por ello se encargará el Ministerio de Defensa".

El país vecino tiene dispuestos dos planes. Uno llamado Mar Limpio, dirigido a intentar evitar la entrada de fuel y a limpiarlo en caso de que manche las costas, y otro denominado Ganso-Pato, para la recuperación de espacios y especies amenazadas. Junto a la playa ya se acumulan 2.000 bolsas para el fuel, contenedores, barreras montadas o por montar (embarcadas en la patrullera Río Minho) y 20 camiones con sus respectivos equipamientos, según reza en la abundante documentación facilitada por Martins.

"Es mejor estar prevenidos. Lo importante es la prevención. Cualquier impacto de las manchas en nuestras costas, de las que el 70% están protegidas, será brutal", explica. Una veintena de Vigilantes de Naturaleza están ya en la zona y han sido alertados otros 120. "Han sido instruidos para capitanear cada uno una brigada de voluntarios, 600 en principio, porque si llegan las manchas no queremos tener mucha buena voluntad pero mal aprovechada", precisa el secretario de Estado.

Acumulación de medios

"El Ejército está sobre aviso por si hace falta movilizarlo en el acto", explica a su vez el comandante Fernández, que añade: "Tenemos listos planes locales, con un canal de coordinación técnica para aunar esfuerzos del Ministerio de Defensa y del de Ciudades, Ordenación Territorial y Ambiente, y Protección Civil. Sabemos qué tiene que hacer cada uno y estamos listos". En las aguas esperan varias lanchas zódiac, una barca succionadora, una patrullera cargada de barreras...

El comandante da más datos: "Creemos que las manchas grandes no van a entrar, pero es posible que algunas pequeñas sí". Defensa ha cuadriculado para su vigilancia el frontal norte de la costa, donde ha localizado manchas.

En la cuadrícula sur, denominada por los militares portugueses Papaya, las nuevas boyas de deriva lanzadas el 1 de diciembre y las patrullas han localizado una placa de 200 metros cuadrados "de color azulado y muy diluida" y dos más de cinco a seis metros, "marrones y como de medio metro de grosor".

En la cuadrícula norte, apodada Óscar, se ven otras cuatro manchas, dos de 50 metros cuadrados y dos más de 20. "Son densas y muy preocupantes", asegura Martins. Están a una veintena de kilómetros mar adentro. El secretario de Estado, desde el bar de playa Barracuda, muestra los documentos del plan Ganso-Pato, que delimita las zonas de riesgo. Incluyen ecosistemas como la Foz de Miño, el litoral protegido de Esposende y el litoral norte, especialmente la foz del río Lima o el estuario de Cavado, entre otras.

"También hemos hecho inventario de las especies que se pueden ver afectadas y hemos alertado a cinco centros de recuperación y acogimiento de especies y seis centros de recuperación de aves en varios parques naturales", afirma Martins. Ya han sido recuperadas 99 aves afectadas por el fuel. La mayoría estaban muertas o agonizantes. Martins y Fernández coinciden en que Portugal ha tenido más tiempo que España para prepararse, aunque algunos militares trabajan en la zona, en prevención de problemas, desde hace 15 días.

Pero añaden: "Nosotros siempre hemos tenido sobre el Prestige un punto de vista diferente que el del Gobierno español. Siempre hemos estado convencidos de que la información más fiable era la que facilitaba el Instituto Hidrográfico Portugués y que lo importante es estar lo más alerta posible ante un desastre".

Todo este dispositivo está montado a pesar de que, debido al cambio del viento y del tiempo, en principio no es previsible que se vea afectado el estuario del Miño, según los cálculos de las autoridades del país vecino.

Pero "nunca se está suficientemente preparado para un caso como éste", dice el secretario de Estado. Funcionarios de su departamento insisten: "¿Ante un desastre como éste, no será mejor movilizar muchos medios, aunque luego resulte que sobran? Si al final no son necesarios, se desmovilizan y basta, pero si los necesitas los tienes trabajando en muy poco tiempo".