Los paramilitares colombianos, dispuestos a una tregua con la mediación de la Iglesia
Las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), estudian la opción de un cese de hostilidades que les abra la puerta a una negociación de paz . El primer paso sería la declaración, el 1 de diciembre, de una tregua navideña. Así lo afirmó el cardenal Pedro Rubiano, presidente de la Conferencia Episcopal colombiana quien, a petición del presidente Álvaro Uribe, ha facilitado los acercamientos con los grupos armados de ultraderecha.
"Hay que distinguir entre diálogo y facilitación. La Iglesia ha sido facilitadora, como lo ha hecho con las guerrillas del ELN y las FARC", dijo monseñor Rubiano al finalizar una ceremonia religiosa ayer domingo en Bogotá. Aseguró que cinco obispos, de la zona de influencia de los grupos paramilitares, han conversado con Carlos Castaño, líder de las AUC.
Desde hace más de un año, las AUC iniciaron una campaña tratando de desvincularse del narcotráfico y de las matanzas; estas últimas las reemplazaron por asesinatos selectivos. En septiembre pasado, EE UU pidió la extradición a Castaño. Se reforzó entonces el discurso de "construcción de paz" y de renovación de la organización.
En la última entrevista de Castaño, publicada en el libro Y ahora qué, de la periodista Cecilia Orozco, el líder paramilitar insiste una y otra vez en su disposición a iniciar conversaciones con la Iglesia y el Alto Comisionado de Paz . "No seremos un obstáculo para un posible proceso de negociación con las FARC", dice para añadir más adelante que "la negociación debe llevar a una desmovilización en la medida en que las Fuerzas Armadas reemplacen nuestra función en las diferentes regiones del país donde ejercemos presencia política, militar y social".
Un hecho paralelo facilitaría este diálogo. El Congreso estudia esta semana una reforma a la ley que permite al Ejecutivo realizar negociaciones de paz. La idea es eliminar como condición el que los grupos armados tengan estatuto político. "Hay que permitir legalmente estos diálogos que conduzcan a la desmovilización", dice el ex guerrillero y hoy senador Antonio Navarro. Y hace una aclaración : "Es necesario diferenciar entre el delito común y el delito político. Sólo para el segundo es posible el indulto y la amnistía".
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