La cooperativa de Guissona anuncia su entrada en el sector de los alimentos para animales de compañía

La Corporación Alimentaria Guissona (CAG), una de las mayores empresas del sector agroalimentario español, invertirá un millón de euros en la construcción de una fábrica de alimentos para animales de compañía. La sociedad prevé poner en funcionamiento la factoría a principios del año 2003 con una producción inicial de cinco toneladas diarias de piensos de gama alta para gatos y perros, principalmente.

El portavoz de la compañía, Antoni Condal, aseguró ayer que la apertura de esta industria no significará la creación de nuevos puestos de trabajo, ya que el proceso de fabricación se realizará con tecnología muy avanzada. La comercialización del nuevo producto se realizará a través de la cadena de casi 200 establecimientos de franquicia que la sociedad tiene repartidos por Cataluña, Aragón, Castellón y Madrid, conocidos hasta ahora con el nombre de Àrea de Guissona y que han sido rebautizados como Bon Àrea.

Carne fresca

Condal garantizó la calidad de los alimentos para animales de compañía que la empresa producirá en Guissona (Segarra) con el argumento de que 'la CAG tiene instalaciones cárnicas propias y puede incorporar, además de cereales, la carne fresca, a diferencia de lo que acostumbra a hacer el resto de fabricantes de este tipo de alimentos de gama alta'.

La sociedad CAG, constituida a finales de 1999, desarrolla las actividades de fabricación de piensos para animales, servicios de asistencia veterinaria y venta de materiales a los ganaderos, sacrificio de aves y ganado en sus mataderos, elaboración de productos cárnicos y, también, su venta directa al consumidor a través de su red de tiendas franquiciadas. También tiene 13 puestos de venta de carburantes. El año pasado la compañía facturó por valor de 504 millones de euros, el 14% más que en el año 2000.

El Consejo de Administración de la CAG ha convocado para el próximo día 21 de noviembre una reunión extraordinaria de la junta general de accionistas para dejar sin efecto el acuerdo del pasado mes de mayo por el que la empresa entraba a cotizar en Bolsa.

La dirección de la firma ha considerado 'prudente' aplazar la propuesta, en parte debido al mal momento por el que atraviesa el mercado bursátil y en parte para defender sus intereses comerciales y no perder el control de la sociedad ante las reformas legislativas anunciadas por el Gobierno del PP, que eliminan las medidas de protección de las sociedades frente a posibles ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA) hostiles.