Los nuevos demagogos oligárquicos

Las conversaciones entre Norberto Bobbio (un patriarca de la la filosofía política italiana) y Maurizio Viroli (nacido en 1952 y profesor en la Universidad de Princeton) que sirven de base para este libro se desarrollaron durante el segundo semestre del año 2000, es decir, pocos meses antes de que Silvio Berlusconi ganase las elecciones. Sin embargo, la sombra del inquietante personaje se proyecta ya sobre las páginas finales de la obra, dedicadas en buena medida a examinar las características de los partidos personales como Forza Italia, los efectos corruptores del dinero sobre la vida política, la tendencia del poder a ocultarse para eludir el control democrático y la aparición de un nuevo tipo de demagogo oligárquico.

La primera parte del libro, en cambio, está dedicada a deshacer un malentendido: Bobbio no sólo niega haberse interesado a lo largo de su vida académica por la tradición republicana, defendida por Viroli con entusiasmo casi apostólico, sino que expresa cierta reticencia y bastante recelo hacia esa cesta de pensamiento político trenzada fundamentalmente por investigadores anglosajones con mimbres tan diversos como Cicerón, Tito Livio, Maquiavelo, Harrington y Rousseau. Otras fueron las lecturas nutricias de Bobbio: sobre todo, Hobbes, Locke y Kant. Aclarado ese extremo, Bobbio y Viroli se hacen bromas con su respectivo santoral bibliográfico: 'Tu Maquiavelo' o 'tu Hobbes'.

En la charla hay, por lo demás, comentarios y alusiones sobre una gran variedad de temas, desde la ópera de Verdi hasta el fresco alegórico de Lorenzetti sobre el buen gobierno del Palacio de Siena. La historia de Italia es traída frecuentemente a colación, sea para recordar el importante papel desempeñado por el dinero durante el Renacimiento (la dinastía de los Bush -apunta Viroli-parece una réplica de la familia de los Médici en la Florencia de los siglos XV y XVI), sea para valorar, con seria desventaja comparativa para el presente, la alta calidad de las élites políticas que combatieron al fascismo y restablecieron la democracia tras el final de la Segunda Guerra Mundial.