En pensiones o casas de familiares

Doce familias de Santa Coloma de Gramenet damnificadas por el desplome de los bloques de viviendas situados en los números 4 y 6 de la calle de Liszt seguían anoche alojadas en pensiones de la localidad.

De un total de 17 familias que se han quedado sin piso o bien han tenido que abandonar su residencia en previsión de posibles desplomes, cinco han sido acogidas por sus familiares. El Ayuntamiento habilitó ayer en el centro cívico del barrio de Fondo una oficina para prestar ayuda a los afectados.

De momento, los gastos de alojamiento de quienes se encuentran en las mencionadas pensiones se sufragarán, según manifestó ayer un portavoz del Ayuntamiento, con el dinero de un fondo dotado por el Gobierno de la Generalitat para que los municipios puedan socorrer a ciudadanos que precisan asistencia social en situaciones como la de ayer. Las mismas fuentes señalaron que, en cualquier caso, las víctimas de la explosión podrán ocupar una vivienda de titularidad pública dentro de pocos días.

De las 17 personas que sufrieron heridas de diversa consideración, sólo dos seguían ayer tarde ingresadas en la residencia de Vall d'Hebron de Barcelona y en el hospital de Can Ruti de Badalona. Uno de ellos, Nicolás Rodríguez, sufre quemaduras en el 48% del cuerpo, y el otro herido, ingresado en Can Ruti, traumatismo en la espalda, pero en ninguno de los casos se teme por su vida.