A los vecinos y vecinas de Aldea del Fresno

Quisiera dedicar esta carta a los vecinos y vecinas del madrileño municipio de Aldea del Fresno. Estas líneas no son más que algunas reflexiones que hago en torno al último boletín de información municipal que ha editado el Ayuntamiento de Aldea del Fresno.

En este boletín se intenta justificar la construcción de dos azudes en el río Alberche y la extracción de más de 300.000 toneladas de grava del lecho del río, aunque esto último ni se menciona.

Y digo intenta justificar porque, después de la lectura de dicho boletín, no he encontrado los argumentos que expliquen por qué este proyecto es el más importante de cuantos se han planteado en Aldea del Fresno, ¿o tal vez debería decir para quién es el más importante?

Ahora bien, lo que sí me ha quedado claro es que se intenta vincular a Ecologistas en Acción con asuntos de rencillas políticas internas, mientras que ni se mencionan los posibles riesgos que la realización del proyecto acarrearía para el río Alberche y para los habitantes de Aldea del Fresno. Y digo todo esto porque soy la coordinadora regional de Ecologistas en Acción, y la persona que ha solicitado -que no amenazado- al Ayuntamiento de Aldea del Fresno que reconsidere la aprobación del proyecto en cuestión.

Y ¿por qué?, se preguntarán ustedes. ¿Es cierto que queremos arruinar la vida de los habitantes de Aldea del Fresno? Pues no, y quien conozca nuestros planteamientos, criterios y forma de actuar sabrá que a 1o que nos oponemos rotundamente es a los pelotazos que destruyen el medio ambiente y proporcionan pan para hoy (y sólo a unos cuantos) y hambre para mañana.

Creemos que el proyecto podría agravar los riesgos de inundación y desbordamiento del río, al construir dos nuevas barreras en el cauce y eliminar la vegetación en un tramo de dos kilómetros de río, y lo que solicitamos es que se estudien adecuadamente las repercusiones del proyecto.

Aldea del Fresno posee un entorno privilegiado y un río que debe cuidar, porque con el tiempo su conservación traerá más beneficios al pueblo que su destrucción.

Lo estamos viendo, el turismo masivo y destructivo cada vez atrae menos, el futuro está en los municipios que sepan combinar servicios de calidad con conservación del paisaje y el entorno natural.