La policía cree que los fuegos de un rodaje causaron 100 muertos en un alud en Osetia

Cerca de 100 personas han quedado sepultadas bajo el torrente de hielo, lodo y agua que cayó sobre varias aldeas de Osetia del Norte, en el Cáucaso ruso, después de que se desprendiera parte del glaciar Mailí. Una masa de 20 millones de metros cúbicos se precipitó por el desfiladero de Kobán a una velocidad cercana a los 300 kilómetros por hora, arrasando todo lo que encontraba a su paso.

Algunos expertos del Ministerio del Interior piensan que los efectos especiales pirotécnicos realizados durante el rodaje de una película pudieron haber provocado el alud que causó la tragedia.Entre los desaparecidos está la mayor parte del grupo cinematográfico de Serguéi Bodrov hijo, actor y director sumamente popular en Rusia. Bodrov -que acaba de presentar en el Festival de Venecia El beso del oso, coproducción de Alemania, España, Francia, Italia y Suecia en la que actúan Maurizio Donadoni, Ariadna Gil, Rebecka Liljeberg y Silvio Orlando- estaba filmando El enlace.

El grupo de Bodrov estaba integrado por 58 personas, de las cuales nueve se habían quedado en el hotel y otras dos fueron rescatadas por socorristas. Pero nada se sabe del joven director y de otras 46 personas que participaban en el rodaje. Veinte minutos antes de la tragedia, todos ellos se encontraban en el sitio donde se desprendió el enorme bloque de hielo.

La aldea más afectada fue la de Karmadón, que prácticamente desapareció el viernes pasado al anochecer, cuando ocurrió la tragedia. Otros cuatro pueblos sufrieron grandes daños y la mezcla de hielo y lodo taponó el río homónimo y otras corrientes de agua, debido a lo cual ahora se cierne la amenaza de una inundación.

Hay confusión en cuanto al número de desaparecidos: el Ministerio de Situaciones de Emergencia lo pone en 80; el primer ministro norosetio, Mijaíl Shatálov, habla de 95 y otras fuentes dan 110. Los más de 500 socorristas que trabajan en la zona han logrado salvar a 26 personas, y han encontrado entre seis y 17 cuerpos. Los expertos consideran que la posibilidad de encontrar a otras personas con vida son mínimas.