La pasión según el 'Fenómeno'

Ronaldo anunció ayer en su página de Internet www.r9ronaldo.com que vuelve enfrentar la dura realidad. Vuelve al fútbol italiano, ese que detesta. Vuelve a ponerse a las órdenes del metálico Cúper, el técnico que desprecia sus aires infantiloides. Vuelve a exponerse a los tifosi, los hinchas del Inter, que el jueves en San Siro colgaron pancartas llamándole 'bastardo' y 'traidor'.

'Ronaldo parte hoy de Río de Janeiro y llegará mañana a Milán', reza su portal; 'tal y como acordó con la directiva del Inter. El campeón se entrenó ayer en el Centro Internacional de Rehabilitación Nílton Petrone-R9, en Jacarepaguá. El máximo goleador del Mundial dice que está ansioso de volver a jugar y no ve la hora de entrar en el campo para disputar algún partido oficial'.

Este aséptico mensaje esconde el universo tembloroso de un niño rico al que le rompen su último sueño dorado. Ronaldo posó hace cuatro años para la marca de neumáticos Pirelli con los brazos en cruz, como un cristo, como el Cristo del Corcovado, sobre la bahía de Río de Janeiro, su lugar de nacimiento. Ahora regresa a Milán a vivir su pasión particular. El viacrucis entre Moratti, el presidente del Inter y una figura paterna que se lavará las manos ante su hijo pródigo.

El representante del Héctor Cúper, Alejandro Camaño, opinó ayer sin ningún sentimentalismo sobre la peripecia del jugador que anhelaba fichar por el Madrid: 'Se acabaron las fantasías, ahora hay que volver a trabajar. Como todo el mundo. Los hinchas no van a hacerle nada porque el fútbol no es algo tan profundo. Todo se olvida y todo se olvidará cuando Ronaldo vuelva a hacer goles. Lo que no hará Cúper es tratarlo de forma preferencial por ser Ronaldo. Cúper es responsable de 30 jugadores, no de uno solo'.

Ronaldo es un multimillonario sin consuelo. Sus contratos con Nike, el refresco Guaraná, la multinacional Pirelli, la telefonía italiana Tim, la cerveza Brahma y la compañía de productos lácteos Parmalat convierten su patrimonio en uno de los más abultados del fútbol mundial: gana unos 16 millones de euros al año. Pero no es suficiente. Él quiere divertirse jugando al fútbol. Una temeridad en Italia.

'¡Inteligente juego estratégico...! ¿De qué juego estratégico hablan?', se preguntaba la temporada pasada Ronaldo tras leer los comentarios de la prensa sobre el juego del Inter. '¿Yo solo adelante recibiendo pelotazos y los demás todos atrás defendiendo? ¿Esa es la estrategia?'.