"Deben valorarnos más, somos tan buenas como los hombres"

A Marta Domínguez le desbordaba su sonrisa. Tampoco es difícil. No hace falta verla ganar un gran campeonato para disfrutar de su risa contagiosa. También es una mujer juiciosa que acepta de buena gana las emociones, pero no se deja confundir por ellas. Después de su victoria tuvo tiempo para reflexionar sobre el papel que cumplen las mujeres en el deporte español, y concretamente en el atletismo. 'Nos tienen que valorar un poco más. Somos buenas, tanto o más que los hombres', dijo. A ella le ha correspondido liderar a una emergente generación. Tiene la experiencia y los éxitos de su parte. Fue una excelente atleta juvenil -campeona de Europa junior y subcampeona mundial en 1.500- que supo reconducir su carrera cuando comprobó que sus posibilidades estaban en distancias superiores. 'Es curioso, he ganado el Campeonato de Europa y he sido subcampeona mundial en 5.000 metros, pero todavía no me siento a gusto en esta prueba. Prefiero el 3.000. Tengo que trabajar para conocer bien los secretos del 5.000', declaró.

Marta consideró que O'Sullivan había pagado el precio del 10.000, disputado el martes a un ritmo endiablado y en unas condiciones terribles de frío y lluvia: 'Creo que le ha afectado. Por muy buena que sea, eso afecta'. Sobre la carrera dijo que no tenía ningún plan preparado. 'Si pienso, me pongo muy nerviosa, así que prefiero no pensar antes de la final. Mejor rezar'. Se refirió también a las ausencias de Gabriela Szabo y de la británica Paula Radcliffe. Reconoció que se había beneficiado, 'pero es lo que había'.

Atleta que comienza a hacer pesar su palmarés en el circuito internacional, Marta Domínguez habló de sus prioridades en su profesión. 'Me gustan los récords, pero me gustan mucho más las medallas'. Lo dijo con una sonrisa franca, feliz por el éxito, satisfecha por haber sido fiel a su carácter. Sintió que tenía la obligación de ganar y no descansó hasta lograrlo.