El Gobierno vasco dice que no asumirá competencias 'averiadas'

El Gobierno vasco está a la espera de que el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, conteste por escrito a la carta de seis folios remitida la semana pasada por la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, en la que se instaba al Ejecutivo central a plantear un calendario para negociar las '37 competencias' pendientes.

Pese a que el propio Arenas y el secretario de Estado de Organización Territorial, Gabriel Elorriaga, ha anunciado que contestarán esta semana, el campo de juego de la negociación no ha variado para el Gobierno central. Frente a las 37 transferencias pendientes que reclama el Gabinete Ibarretxe, Arenas reitera la posición de que sólo se reconocen 'siete materias que están pendientes de negociación'. Y así lo hará constar en la carta que enviará esta semana a Zenarruzabeitia. Pero, además, el Gobierno central mantiene que en algunas competencias, pese a reconocer la titularidad vasca, no existe 'oportunidad ni prioridad política' para su traspaso, como es el caso de la transferencia de prisiones.

'Dictamen tergiversado'

Vicepresidencia del Gobierno vasco prefirió ayer no responder a Arenas, pero en una entrevista publicada este domingo por el periódico Deia, la vicelehendakari subraya que el ejecutivo vasco 'no quiere ninguna transferencia averiada para Euskadi. Las quiere en el sentido que dice el Estatuto de Gernika'. Y aseguró que se ha 'tergiversado' el sentido del dictamen de autogobierno aprobado por el Parlamento vasco el pasado 12 de julio, en el que se marca un plazo de dos meses para que el Gobierno cumpla íntegramente el Estatuto de Gernika, y en el que se aboga por el derecho de autodeterminación y se ponen las bases para avanzar hacia un nuevo marco soberanista.

Lo primero es entendido por Arenas como una presión 'bajo la cual el Gobierno no piensa negociar'. Y lo segundo, según indicó ayer Elorriaga, es 'completamente cínico. Es cínico afirmar que desde el Gobierno vasco y desde el PNV se está pretendiendo el cumplimiento del Estatuto, cuando simultáneamente lo que se está afirmando en sede parlamentaria es que ha quedado como una pieza del pasado'. Elorriaga asegura que en la carta de Zenarruzabeitia se defienden 'con gran vigor algunos de los aspectos' del dictamen aprobado en la Cámara vasca. Y, en su opinión, el primer paso tiene que ser 'aclarar perfectamente cuál es el alcance de esa declaración parlamentaria'. 'A partir de ahí', dijo Elorriaga, 'se puede hablar' de las transferencias y de las competencias pendientes, 'como llevamos intentando hacer mucho tiempo'.

Pero en Euskadi se recuerda que desde que Elorriaga remitió una carta el 5 de septiembre de 2001 -fechada el 3 de agosto- en la que se ofrecía un calendario de negociación y se planteaba una reunión, se tardaron ocho meses en fijar la entrevista. El encuentro de abril duró una hora y el Ejecutivo vasco consideró que 'no había voluntad política de negociar'.