Una empresa con la caja vacía

Aunque Boliden Apirsa aún existe, ya no está en Aznalcóllar (Sevilla) y su caja está vacía. La empresa, en suspensión de pagos desde hace un año, dependía hasta diciembre de 2001 de Boliden Limited, la división minera de la multinacional de origen sueco que tenía el 99,9% de las acciones. Pero, desde 2002, pertenece a Boliden Treasury AB, la división financiera de la compañía, con sede en Holanda. La presencia ejecutiva también ha quedado reducida a su mínima expresión: un administrador único y dos apoderados que tienen sus oficinas en la capital hispalense.

Boliden Apirsa es aún propietaria de material y terrenos vinculados a la explotación minera, que empiezan a ser subastados para hacer frente al expediente de suspensión de pagos, aún en ejecución. La deuda acumulada era de más de 102 millones de euros (17.000 millones de pesetas) y la lista de 260 acreedores está encabezada justamente por Boliden Treasury AB, con 57,9 millones de euros, la Consejería de Medio Ambiente, con 20,9 millones y la Agencia Tributaria, con 2,7 millones. El convenio de acreedores, aprobado también en diciembre del año pasado, establece una quita del 20% para los que reclamaban menos de 6.000 euros y del 80% para los que exigían la devolución de más de 600.000.

Los activos para hacer frente a este proceso, que incluye el pago de una indemnización de 12 millones a los 427 trabajadores que estaban en plantilla, están valorados en poco más de 52 millones. Si quiere cobrar su multa, el Gobierno tendrá que aporrear la puerta de la multinacional.