El parricida de Santa Fe ya fue declarado enajenado por un tribunal en 1995

Antonio Camarero, el hombre que el pasado miércoles mató a su padre y a su madrastra en la localidad granadina de Santa Fe utilizando un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, fue declarado enajenado mental completo por la Audiencia de Granada en 1995, en un juicio por homicidio frustrado que le supuso siete años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario, del que salió hace tan sólo seis meses. En aquel juicio los forenses que lo analizaron ya hicieron constar que sus reacciones eran de tipo 'agresivo explosivo' y le producían un 'deterioro absoluto de la personalidad'.

Antonio Camarero fue juzgado por asestarle una puñalada en la yugular a un policía que intentaba evitar que se suicidase. La rápida intervención del servicio de urgencias evitó que el policía muriera, de ahí que fuera juzgado por homicidio frustrado. El estado mental de Camarero le eximió de responsabilidad penal en la cárcel.

El parricida también protagonizó otros episodios violentos en el pasado cuando le clavó a una enfermera un bolígrafo en el cuello e intentó matar a un vecino de su pueblo El pasado miércoles, a mediodía, se presentó en la casa de su padre durante el almuerzo y, tras discutir con él por una cantidad de dinero que creía que le habían robado, lo degolló y posteriormente acuchilló a su madrastra.