Aznar aprovechará el debate de la nación para tender puentes a los sindicatos y a CiU

José María Aznar quiere salir del debate sobre el estado de la nación que comienza hoy en el Congreso de los Diputados más acompañado políticamente de lo que se sentía en las últimas semanas. El PP ha negociado y pactado ya con CiU y Coalición Canaria, sus tradicionales socios, terminar el debate con un acuerdo en las principales resoluciones, que se presentarán por separado y se consensuarán luego con enmiendas. Aznar ofrecerá un pacto para recuperar el diálogo social roto con los sindicatos y pretende probar su buena disposición con la imagen más política de sus nuevos ministros.

El PP inauguró hace 20 días un 'periodo de reflexión' con CiU por su supuesta 'deslealtad' al 'jalear' el éxito de la huelga general del 20 de junio. El PP advirtió de que el primer examen que quería pasar a los nacionalistas catalanes coincidía con el estilo y talante de su intervención en el debate de la nación. Todo hace indicar que esa prueba será superada.

El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, ha tenido ocasión de celebrar varias reuniones con sus homólogos de CiU y CC, Xavier Trias y José Carlos Mauricio. Las negociaciones han dado sus frutos. No habrá resoluciones conjuntas de partida, como venía sucediendo desde la llegada del PP al poder en 1996, pero sí acuerdos significativos al final de las sesiones. PP, CC y CiU podrán así tramitar por separado el máximo de 25 resoluciones que permite el reglamento a cada partido con sus propuestas.

El Gobierno ha entendido que ese escenario inicial permitirá a CiU y CC construir su discurso en las intervenciones de sus portavoces, diferenciado del PP, lo que a su vez facilitará una conexión lógica de esos mensajes con cada electorado. En el PP comprenden que muchas de las consignas de CiU y CC habrá que entenderlas en clave preelectoral, aunque los comicios autonómicos no se celebrarán en Canarias hasta mayo de 2003 y en Cataluña, en teoría, hasta el siguiente otoño.

El acuerdo con CiU y CC no se notará tanto en las alocuciones de hoy ante el pleno. Se apreciará mañana, cuando sus portavoces entren numerosas veces entre las 11.00 y las 15.00 en los despachos de la zona de Gobierno y cambien palabras y frases de las resoluciones más relevantes.

Aznar se enfrentará así hoy a su noveno debate de la nación. Encabezó cuatro como líder de la oposición, entre 1989 y 1996, y ha protagonizado otros cuatro ya como presidente del Gobierno.

En las previsiones de los colaboradores del presidente, que le han resumido 1.500 fichas de todos los ministerios con los datos más positivos para su gestión, la amplia crisis de Gobierno que ha ejecutado esta semana, con el cambio de ocho ministros, no ha variado el guión de su discurso. En el Gobierno y el PP entienden que lo que ya no tiene mucho sentido es el plan del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de no incidir en asuntos de terrorismo y sí en el teórico caos y degradación de los servicios públicos en esta etapa. Aznar hablará de terrorismo y se apuntará el éxito de la Ley de Partidos Políticos que persigue la ilegalización de Batasuna, además de otros consensos.

El presidente hará un nuevo llamamiento de gran pacto para recuperar el diálogo social roto con los sindicatos. Aznar relacionará esa oferta genérica con el perfil de muchos integrantes de su nuevo equipo, con incorporaciones que entiende curtidas en la flexibilidad y los acuerdos como las de los ministros Eduardo Zaplana (Trabajo) o Javier Arenas (Administraciones Públicas). Pero el presidente no anunciará la retirada del decretazo sino su negociación parlamentaria y sin renunciar a las principales medidas en su objetivo de acercarse cuanto antes al pleno empleo.