Zapatero mantendrá su estrategia en el debate de la nación a pesar de los cambios en el Gobierno

Quien mueve ficha toma la iniciativa, pero eso no significa que los problemas desaparezcan. Esta consideración esbozada en la dirección del PSOE sirve para explicar cómo el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, afronta el debate del estado de la nación del próximo lunes tras la remodelación por sorpresa del Gobierno. Zapatero dedicará muy poco al cambio de ministros y hablará de 'los problemas de la gente, como tenía previsto', según sus asesores.

La escenificación de que los cambios que ha hecho José María Aznar no arreglan los problemas de los ciudadanos la quiere forzar el PSOE al máximo. Es más, la línea de actuación consiste en insistir en que Aznar con su acción ha tratado de solucionar 'una crisis en el Gobierno', por lo que debe dar cuenta de la misma en un acto distinto al debate del estado de la nación, en el que se tiene que analizar la gestión gubernamental.

Para este fin, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, solicitó ayer en el Congreso la convocatoria urgente de su Diputación Permanente para que Aznar explique la remodelación cuanto antes. Este órgano dirige el Congreso en tiempo de vacaciones parlamentarias y es muy posible que se reúna pasado el debate de la nación, que se celebrá el próximo lunes, y no antes, es decir, hoy o mañana, en contra de lo pretende el PSOE. 'No se puede explicar una crisis con una notita como ha hecho Aznar', dijo Caldera.

En los análisis internos, no obstante, se reconoce que Aznar llega al debate del lunes en mejores condiciones que si no hubiera hecho la crisis de Gobierno por el mero hecho de que quien mueve ficha toma la iniciativa, dijeron en la dirección socialista. Pero sí insisten en que la línea fundamental del discurso de Zapatero no va a variar. Él quería criticar la política social, económica, sindical, educativa, de inmigración, de inseguridad ciudadana y de agresión a los trabajadores, y lo mantiene.

También está en el guión descalificar los cambios, porque continúan 'los responsables de los principales problemas de los ciudadanos', dijo Caldera. Este dirigente no dio precisamente la bienvenida al nuevo ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, de quien destacó que no cotizó a la Seguridad Social hasta llegar a la presidencia de la Generalitat valenciana en 1995. También le atribuyó una frase equivocada respecto a que en 1990 dijera que estaba en política para forrarse. No fue Zaplana, sino otro dirigente municipal del PP valenciano, quien hizo esta confesión, según se recoge en unas cintas grabadas y conocidas con ocasión del llamado caso Naseiro o financiación irregular del PP, archivado por el juez al no dar validez como prueba a cintas grabadas. Sí se atribuye al ya ex presidente valenciano, en esas mismas cintas, otras consideraciones como que necesitaba hacer dinero, aunque el tono parecía de broma.