Barcelona tendrá Defensor del Ciudadano

Costó, pero, finalmente, el equipo de gobierno que dirige Joan Clos se avino ayer a que Barcelona tenga un Defensor del Ciudano. La propuesta fue presentada por el Grupo de Convergència i Unió, concretamente por la edil Magda Oranich, quien insistió en que otros municipios diponen ya de esa figura, encaminada a ser un órgano similar al Síndic de Greuges, pero de ámbito exclusivamente municipal.

El concejal de Presidencia y Hacienda, Ernest Maragall, justificó el retraso en crear esta figura en la necesidad de establecer sus competencias y evitar que se solapen con las del Defensor del Pueblo y de los Derechos Humanos. Aseguró que el Defensor del Ciudadano existirá antes de que acabe el año.

No fue aceptada, en cambio, otra propuesta, también de CiU, que pretendía conseguir el respaldo del Ayuntamiento a que los equipos de nadadores catalanes integren una selección propia dentro del campeonato mundial que se celebrará el próximo año en Barcelona. Y también fue rechazada la propuesta del convergente Josep Miró i Ardèvol -la última- para la creación de la figura de un regidor de la Familia. El primer problema, para el equipo de gobierno, es ya la propia denominación porque en todo caso se debería hablar de las Familias ya que el modelo tradicional familiar ha evolucionado.

Fue un pleno de bastante debate pero con pocas resoluciones ejecutivas. Una de ellas, por ejemplo, supone la aprobación inicial de la reforma de la colonia Castells, en Les Corts, proyecto que fue rechazado por CiU.

Lo mismo ocurrió con la aprobación de un decreto que supone el visto bueno definitivo al nuevo almacén de El Corte Inglés en los terrenos de Renfe-Meridiana, junto al complejo lúdico Heron City. La oposición, sobre todo CiU, recriminó al primer teniente de alcalde, Xavier Casas, el baile de números en cuanto a la edificabilidad autorizada en el solar. Y también hubo críticas por el proyecto en sí.