Marco Molines propone al TSJ tres arquitectos para ejecutar el fallo del Teatro Romano

Marco Molines ha vuelto a presentar a la sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) un escrito que pretende sea admitido como solicitud de ejecución de la sentencia que determinó la reversibilidad de las obras realizadas indebidamente sobre el Teatro Romano de Sagunto. La sala ya denegó hace un mes a Molines sus pretensiones porque no pidió de forma clara la ejecución de la sentencia. Ahora, el letrado reduce los análisis que le valieron la desestimación y propone un comité de tres arquitectos que elaboren el plan técnico para la ejecución del fallo.

El tribunal de la sección primera de la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ vuelve a tener sobre la mesa un escrito promovido por el letrado Marco Molines sobre el Teatro Romano de Sagunto. Molines entregó el texto al tribunal el pasado miércoles y con él pretende que se dé por solicitada la ejecución de la sentencia que declaró ilegales las obras realizadas sobre el Teatro Romano de Sagunto y que están pendientes de que se diseñe, apruebe y ejecute su reversibilidad.

Marco Molines intenta la petición de ejecución de sentencia por segunda vez en menos de un mes. La sala le respondió hace escasas semanas que su solicitud anterior no era tal porque no solicitó explícitamente la ejecución y en cambio relató una serie de propuestas y análisis que los magistrados no entendieron de acuerdo con lo que debe ser una petición de ejecución de sentencia.

El pasado miércoles, con una versión corregida, Molines ha vuelto a intentarlo. En esta ocasión, el letrado expone: 'Sin reacción alguna de la Generalitat Valenciana y del Ayuntamiento de Sagunto a las propuestas formuladas por mí en escrito de 30 de mayo de 2002, me veo en la necesidad... de promover incidente para decidir, sin contrariar el sentido del fallo, cuantas cuestiones se planteen en la ejecución'.

A continuación, Molines reitera al TSJ que la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento son los órganos administrativos que deben responsabilizarse de realizar las actuaciones sobre el Teatro Romano; que debe establecerse un plazo máximo de cumplimiento; y que deben determinarse los medios con que ha de llevarse a efecto el procedimiento. Marco Molines añade en este punto al tribunal: 'Entiendo más operativo el nombramiento de un equipo de arquitectos -estimo que en número de tres- para que, sin perjuicio de que se consulte con expertos de otras ciencias, redacten conjunta y coordinadamente un Plan Técnico de Reversibilidad de obras'.

Tras las anteriores consideraciones y suplicar a la sala que admita el escrito, Molines sugiere 'para la composición del equipo de tres arquitectos, porsu trayectoria profesional, conocimiento y experiencia en el tema a los siguientes prfesionales: Savador Lara Ortega, Francisco Muñoz Antonino y Rafael Soler Verdú'. Lara Ortega es el arquitecto que elaboró el informe definitivo que la Generalitat dio por bueno y, según Molines, los tres acumulan experiencia en trabajar en equipo.

Fuentes de la Consejería de Cultura aseguraron ayer que el departamento continúa su propósito de nombrar próximamente una comisión de expertos interdisciplinares (desde arquitectos a arqueólogos) para que elabore el plan de ejecución de la reversión de la obra nueva del Teatro Romano. Aunque la finalidad es la misma que la de Molines, demoler la intervención diseñada por Grasi y Portaceli, las mismas fuentes indicaron que no se han variado sus plazos ni su objetivos.