El ántrax de las cartas de EE UU es de nueva creación

Las esporas de ántrax empleadas en varios envíos por correo en otoño del año pasado tienen como máximo dos años de antigüedad, lo que empeora el caso: quien las creó tiene de esta manera capacidad para crearlas de nuevo. Según el diario The New York Times, el FBI tiene una lista de 50 sospechosos que se ajustan al perfil de hombre solitario y huraño relacionado de alguna manera a la comunidad científica. Sin embargo, el nuevo descubrimiento entorpece aún más la investigación, porque elimina la vinculación de la sustancia a un laboratorio concreto.

Los equipos del FBI y los científicos que colaboran en la investigación han empleados técnicas de carbono radiactivo para determinar la edad de las muestras biológicas. En el caso del ántrax, el proceso sirve para medir cuánto carbono han perdido las esporas de ántrax desde que fueron inducidas a un estado de 'animación suspendida' para poder introducirlas en sobres de correo.

Las pruebas han demostrado que las esporas tienen un máximo de dos años de antigüedad. La juventud del ántrax implica que quien lo elaboró tiene medios para fabricarlo y emplearlo en cualquier momento. La nueva teoría resta credibilidad a la vía de investigación que apuntaba hacia una cepa de ántrax de 1981 localizada en un laboratorio del Gobierno norteamericano.

Aun así, las nuevas revelaciones permiten apuntalar la teoría de que el autor tiene conexiones directas con laboratorios de microbiología con equipos relativamente modernos. Fuentes de la investigación aseguraron al diario neoyorquino que el perfil del autor sigue ajustado al de alguien con 'preparación, conocimiento y experiencia' en el mundo científico. El FBI maneja una lista de entre 50 y 80 sospechosos, aunque ninguno destaca por encima de otro.