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'Mi favorita es Brasil'

Para el recuerdo del paso por la selección de Guardiola (Santpedor, Barcelona; 1971) queda una imagen que retrata su vitalidad y compromiso: una vez que Alfonso sellara el remonte ante Yugoslavia y clasificara al equipo para los cuartos de final en la última Eurocopa, el ex capitán del Barça acudió al encuentro de un alborozado Camacho. Hoy, en cambio, el seleccionador está en Ulsan y Guardiola se recupera de una lesión no lejos del Camp Nou, al que bien podría regresar la próxima temporada para jugar la Liga de Campeones aunque con el equipo rival. Un año en el Brescia le ha colocado como objetivo de muchos clubes, sobre todo del calcio. A la que toma la palabra, Guardiola convence al más escéptico.

'No he añorado al Barça. Eché en falta a mis amigos, pero en Brescia he descubierto otro piel a piel'
Por el escenario del torneo, la técnica se verá menos y el campeonato se igualará
'La apuesta de jugar con Raúl, Valerón y Tristán es fiable. La selección es muy capaz de todo'

Pregunta. Una lesión le impidió estar en Francia 98, otro problema físico ha limitado sus opciones de acudir ahora a Corea y Japón y en Estados Unidos 94 se divirtió más que jugó. El Mundial no ha sido su torneo. ¿Un mal trago para un jugador al que le gusta la universalidad del fútbol?

Respuesta. Mientras uno forma parte de un club como el Barça se prepara para jugar tales eventos. A mi, sin embargo, es un torneo que se me ha escapado. Estuve muy joven en el de Estados Unidos y lo disfruté. Tuve mucha ilusión en el del Francia y, por la tardanza en diagnosticar una lesión, se me pasó. Y el de ahora me lo perdí. Queda el de 2006, que será extraordinario porque se disputará en Alemania y eso significa campos buenos, buenos horarios, olor a fútbol. No sé si lo jugaré, pero allí estaré, como futbolista o espectador, aunque ahora pienso en jugarlo.

P. Aun estando bien, de no mediar la distensión de ligamentos de su rodilla derecha, que le obliga a reposar, su presencia en Corea no parecía segura. ¿Qué noticias tenía de las intenciones de Camacho?

R. Sólo el seleccionador sabe las posibilidades que yo tenía de ir al Mundial de no estar lesionado.

P. A juzgar por el perfil que va tomando la selección, y aun con la convocatoria de Xavi, la presencia de un futbolista de sus características no parece imprescindible. La apuesta es Raúl-Valerón-Tristán.

R. Es una apuesta muy fiable. Los tres son jugadores fuera de lo común. Ojalá Hierro y Raúl lleguen en mejores condiciones físicas que al Europeo. Las opciones de la selección, en cualquier caso, son una incógnita. Lo mejor sería no plantearse un objetivo, sino gestionar los partidos uno a uno. Al Mundial hay que ir con la intención de cogerle el tranquillo, digerirlo, asimilarlo, sin perder la fe en la victoria. A medida que se adquieren los automatismos, las expectativas crecen. España es muy capaz de todo.

P. Camacho practica con un perfil táctico desconocido y que nada tiene que ver con el que fue su punto de partida. Del equipo que metió nueve goles a Austria, presidido por el rombo, queda Valerón. Ni rastro del medio centro clásico.

R. El perfil del 4, tomando como referente el originario de la escuela del Barça, está en peligro de extinción. El fútbol ya no busca medio centros creativos, sino que los equipos se mueven con un idea común: la gente que juega delante tiene que resolver y los que actúan en medio y en la defensa deben proporcionar consistencia.

P. Partiendo de tal premisa, ¿cuál es su favorito?

R. Brasil. Nadie da un duro por la canarinha y le alimentan las ganas de reivindicarse, empezando por Ronaldo y Rivaldo. Tiene un grupo sencillo para arrancar y puede embalarse. A Francia la veo turbada por Zidane, cuya lesión puede complicar sus expectativas. Y luego está Italia. Puede que no tenga juego, pero dispone de jugadores muy fuertes en las dos áreas. Con decir que Del Piero y Montella pueden ser suplentes está todo dicho, por no hablar ya de la no convocatoria de Baggio, para mi el mejor futbolista con el que he jugado. Y está Argentina: tiene un seleccionador muy capacitado y un plantel de 22 jugadores de tanta calidad que se pueden montar dos equipos.

P. ¿El factor campo será un condicionante tan trascendente?

R. Habrá sorpresas provocadas por los campos de juego, que no parecen ser los mejores; los horarios, que desatan disfunciones, y la pelota, que no ayuda a los jugadores más dotados. Las diferencias técnicas se apreciarán menos y el campeonato se igualará más, situación que dará opciones a muchos.

P. ¿Por qué jugadores apuesta?

R. La selección española dependerá mucho de Valerón. Me gustaría que fuera el torneo de Valerón. Es el jugador más bonito, el que la vista agradece más. Gratifica mirarle. Este año ha completado partidos memorables. En caso de haber sido extranjero, habría sido elegido el mejor. Raúl también estará ahí porque es la expresión de la fiabilidad. Y habrá que ver a los dos Ronaldos: a Ronaldinho, que parece llegar en buen momento, y a Ronaldo, hambriento de fútbol.

P. Habla de delanteros. Hace tiempo que no aparece un equipo con una organización de juego ofensivo. Hay jugadores desequilibrantes, pero cuesta encontar equipos tan bien armados ofensiva como defensivamente.

R. La tendencia no es la de jugar, sino la de ganar. Los equipos miran más al marcador que a la cancha. Los torneos cortos, como el Mundial, se deciden no por el juego, sino por los detalles. Los italianos le llaman jugadas episódicas: el futbolista está más pendiente de eso y aquello que del juego.

P. En sus apreciaciones aparecen muchos refentes italianos. Por tanto, se supone que ha cumplido uno de sus objetivos cuando hace un año partió del Barça. Quería aprender otra manera de jugar.

R. Pese a que no he podido jugar demasiado, once partidos completos, me he convencido de que puedo disputar la Liga italiana.He aprendido que los equipos se plantan en el campo desde atrás. La prioridad es saber defender. En el Brescia, por lo demás, los cuatro jugadores clave [Bachini, Baggio, Toni y Guardiola] sólo hemos coincido 21 minutos en el terreno.

P. Por cuanto ha ocurrido, sobre todo por lo poco que ha jugado y por haber sido suspendido cuatro meses por dopaje, se supone que su primer año en Italia ha sido más enriquecedor humana que deportivamente

R. La vida te lleva a escenarios inesperados y hay que afrontarlos sin fatalidad, aun sabiendo que la actual sociedad sólo admite a ganadores. He tenido cosas que en mis mejores años en el Barcelona jamás tuve. El Barça posee grandeza, pero en el Brescia he encontrado familiaridad, complicidad, comprensión. Hay cosas en la vida que no tienen precio, como las relaciones que se establecen con la gente nueva. Quería reencontrarme conmigo y mis asuntos sin condicionantes. ¿Sin contaminantes? Puede. Igual resulta chocante, pero he sido dichoso, he encontrado la felicidad que buscaba como persona, como futbolista, como ciudadano.En un equipo como el Brescia he hallado muchas más cosas de las que pensaba. Me ha dado más de lo que yo le he podido dar.

P. Precisamente por uno de los guiños del fútbol, hoy es un jugador más cotizado, sobre todo en Italia, que cuando abandonó el Barcelona con la carta de libertad. Tiene más opciones que entonces pese a haber jugado poco y dado positivo en un control antidopaje.

R. El mercado es difícil de entender cuando no se mercadea. Parece como si decir que uno está libre y pueda negociar su futuro vaya contra las leyes del fútbol. La realidad es que el calcio me ha conocido como jugador y tiene más confianza en mis posibilidades.

P. Puede que el calcio haya dejado el asunto del dopaje por finiquitado, pero usted seguro que no.

R. Todo el mundo se ha parado menos yo. Y no me detendré hasta que salga un tribunal y me declare inocente, constate mi inocencia. El asunto está en tramites y ya se sabrá en su día la resolución, pero para mí es un tema prioritario.

P. ¿Todavía tiene temor a pasar controles antidopaje porque aún no le han dicho qué pasó?

R. Relativamente. Me sancionaron con cuatro meses y todavía espero la notificación. La aguardo para saber el qué, el porqué, el cómo... Es un dolor que llevo dentro, interior, que me supera, que no sana. Voy a luchar por mí. Quiero que reconozca que se equivocaron. No me conformo con volver a jugar. Hay lesiones que se curan, pero ésta no; ésta la llevo en el alma. Mi educación me dice que esas cosas no se borran en uno hasta que no llega al final.

P. Por lo ocurrido y porque se sintió maltratado, se concluyó que no continuaría en Italia. ¿Qué tiene el calcio para que se plantee seguir y qué le han visto para que varios clubes le quieran contratar?

R. Hay algo que te crea apego, dependencia; que hace que tengas ganas de continuar: se habla mucho de fútbol. Y yo, cuando he podido jugar, lo he hecho bien. Puedo expresarme futbolísticamente en Italia, jugar a un buen nivel, porque creo haber entendido su fútbol y puedo interpretarlo. Hay además una parte de reto: a los españoles les cuesta tener protagonismo en Italia, cuya cultura se basa en ganar. Es una cuestión de ambición y de ganas de demostrar lo que siento que puedo hacer. A los italianos les vendría bien juntar la ambición con su agresividad futbolística.

P. ¿No ha añorado al Barça?

R. No. He echado en falta a gente, a amigos, porque vivo mucho del piel a piel, pero en contrapartida encontré nuevas relaciones, nuevos piel a piel. ¿El club? No debería tener como única finalidad la victoria porque sobrevió 14 años sin ganar la Liga y no pasó nada, ni tampoco le aconsejaría que se comprase un Zidane, sino que invirtiese los 13.000 millones que costó en la ciudad deportiva.

P. ¿Cómo se explica, pues, el regreso de Van Gaal?

R. Es un buen entrenador y el presidente debe entender que garantiza la victoria. El triunfo como fin, sin embargo, puede crear ansiedad. Lo más importante es la esencia, el orgullo, el gusto por las cosas bien hechas, la identificación, aspectos que se ganan en el día a día. La victoria es la estación término y el alborozo depende de cómo se llegue a ella. La sintonía con el club es esencial.

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